Ofensiva de Obama a favor del medioambiente
27 de abril de 2009A finales de marzo Obama anunció su interés en impulsar los esfuerzos internacionales a favor de la protección del clima y contribuir al éxito de la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, que tendrá lugar a finales de diciembre en Copenhague.
Obama invitó a los 16 países con las mayores economías del mundo a una Cumbre Medioambiental que comenzó este lunes 28 de abril en Washington. El Foro sobre Energía y Clima, que se prolongará hasta el martes, tiene como objetivo alcanzar un acuerdo a nivel mundial en la lucha contra el calentamiento global.
Cambio de dirección
“El presidente ha establecido metas ambiciosas en la política medioambiental”, afirma Michael Levi, experto del Consejo de Relaciones Exteriores en Washington. Además de promover a las industrias favorables al medio ambiente, la Agencia Estadounidense para la Protección Medioambiental declaró a principios de abril que el Dióxido de Carbono (CO2) y otros gases efecto invernadero suponen un riesgo para la salud humana, un hito que se traducirá en una transformación de las regulaciones medioambientales vigentes.
Expertos coinciden en que durante los primeros cien días de gobierno Obama ha dedicado una atención especial a la protección al clima, y en este tema mantiene el acelerador a fondo. Mientras que la Administración Bush, parece nunca haber entendido el término “cambio climático”, Obama ya anunció un drástico cambio de rumbo.
“El inicio de Obama ha sido fulminante en el tema medioambiental”, afirma Arne Jungjohann, experto medioambiental de la Fundación Heinrich Böll. Para empezar ha convocado a personal muy competente en su gabinete, ha dado luz verde a los distintos Estados que han propuesto objetivos tan ambiciosos como los que se han formulado a nivel federal.
California: hacia el liderazgo mundial
Por ejemplo el Estado de California. La Administración Bush frenó la iniciativa del gobernador de ese estado, Arnold Schwarzenegger, de establecer límites máximos más estrictos en la emisión de CO2 que lo que preveía Washington. “En cuanto Obama resultó electo, señalizó que California tendría la autorización a establecer estándares más estrictos. Actualmente otros 12 Estados siguen el ejemplo, lo que involucra a la mitad del mercado automotriz estadounidense, lo que significa que los fabricantes tendrán que adaptarse a dichas regulaciones, lo que es de facto equivalente a una estricta ley medioambiental a lo largo y ancho de país”, afirma.
Obama anunció que la fabricación de automóviles y camiones de carga ahorradores de gasolina es el paso más importante para romper la dependencia del crudo proveniente del extranjero. Con ese tono patriótico el presidente quiere ganar a los sectores más conservadores.
La independencia energética y la creación de empleos son las palabras mágicas con las que Obama quiere convencer a los estadounidenses a favor de su política verde y sustituir la energía fósil por energía renovable. “Mi presupuesto destinará cada año 15.000 millones de dólares al impulso de energías renovables, eólica, solar, geotermia y otras tecnologías limpias a base de carbón”, dijo Obama.
Duplicar las energías renovables
El objetivo de la nueva política estadounidense es duplicar las energías renovables en el transcurso de tres años y crear en este lapso 460.000 puestos de trabajo “verdes”. Se estima que actualmente un 3 por ciento de la energía eléctrica estadounidense proviene de fuentes de energía alternativas. El suministro energético en EEUU todavía se basa en petróleo, carbón y gas, aunque el año pasado EEUU desplazó a Alemania del primer lugar en el mundo como generador de energía eólica. Ahora California aspira al liderazgo mundial en la generación de energía solar.
“Si California puede, entonces podemos todos”, dijo Obama a sus conciudadanos, que medidos por sus emisiones de gas efecto invernadero son los mayores contaminantes del mundo. “Eso tiene que acabar, queremos establecer un límite máximo a la emisión de CO2 y gases efecto invernadero en la industria estadounidense”, aseguró el presidente.
Los ciudadanos estadounidenses están satisfechos con la nueva política medioambiental. Según una encuesta realizada por el Instituto Gallup, un 79 por ciento cree que la presidencia de Obama le hará bien al medioambiente.
Autora: Antje Passenheim / Eva Usi
Editor: José Ospina-Valencia