OEA: Alertan riesgo de "cubanización" de Nicaragua
26 de noviembre de 2019El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) conoció el lunes un informe que detalla violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y concluye como "inviable” el funcionamiento democrático en el país bajo el actual gobierno de Daniel Ortega, en el poder desde 2007.
Elaborado por una comisión de alto nivel de la OEA, el informe denunció una "alteración del orden constitucional" en Nicaragua y pidió convocar a un período extraordinario de sesiones, un paso que para algunos aproximaría al país a una suspensión del organismo hemisférico.
El texto fue calificado como "contundente” e "irrebatible” por voceros de la oposición, pero desacreditado enfáticamente por la representante nicaragüense en la OEA, la exministra de Defensa Ruth Tapia, que lo rechazó por considerarlo "injerencista”.
Ortega ya había desconocido a la comisión formada por representantes de Argentina, Canadá, Jamaica, Estados Unidos y Paraguay, a quienes les prohibió ingresar al país en septiembre pasado. El grupo viajó a San Salvador y a Washington para reunirse con familiares de víctimas, excarcelados políticos y activistas de derechos humanos.
La comisión recomendó al CP que "convoque inmediatamente un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General”. Sin embargo, la eventual suspensión del Estado nicaragüense en la OEA, vía aplicación de la Carta Democrática, es algo que según analistas todavía llevará tiempo, mientras el gobierno seguirá respondiendo "con más represión”.
"Daniel Ortega se sabe acorralado y frente a cada presión externa reacciona escalando la ola represiva”, declaró el político Mauricio Díaz, exembajador alterno de Nicaragua en la OEA (2004-2006), en una entrevista con DW.
"El Fidel Castro del siglo XXI"
Según Díaz, tras la divulgación del informe de la comisión especial, la semana pasada, el gobierno encarceló a 16 activistas por llevar agua a un grupo de mujeres en huelga de hambre. La víspera se denunciaron cuatro allanamientos en la ciudad de León y la detención de una familia de opositores, luego exhibidos en videos declarando a favor del gobierno. Los afectados denunciaron que fueron golpeados, amenazados y maniatados antes de la grabación.
"Esa fue la respuesta del presidente Ortega a la sesión en la OEA: para mí no existe más que mi ambición de seguir en el poder y no van a moverme”, comentó el diplomático.
"Pareciera que el comandante quiere provocar una guerra civil, quiere que la población reaccione. Ahora lo que hay es una guerra unilateral no declarada del propio Estado contra el pueblo”, afirmó Díaz.
A su juicio, el veterano caudillo pretende "convertir a Nicaragua en una isla en tierra firme… ‘cubanizar' el país, presentarse como el Fidel Castro del siglo XXI”. Opinó que, de seguir por esa ruta, "veremos a la nación hundirse dramáticamente”.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 328 civiles murieron a manos de la Policía y paramilitares desde que estalló la crisis en abril de 2018, a partir de protestas estudiantiles que se multiplicaron por el país. Durante la sesión del lunes, la CIDH reiteró su alarma por las persistentes denuncias de persecución y ejecuciones extrajudiciales, especialmente en zonas rurales.
Informe alienta sanciones
Uno de los miembros de la comisión especial, el representante de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, dijo que espera que en las sesiones extraordinarias se invoque el artículo 21 de la Carta Democrática a fin de suspender a Nicaragua del organismo, descartando que Ortega acceda a reanudar las conversaciones con la oposición.
"El diálogo no va a existir mientras siga pasando lo que pasa hoy en día en Nicaragua", dijo a los periodistas al concluir la reunión.
Para que las reuniones del organismo continental sean aprobadas se necesita el voto de al menos 24 países del Consejo Permanente, es decir, dos tercios de sus 35 integrantes, recordó Trujillo.
Solo dos Estados han sido suspendidos de la OEA desde su fundación en 1948: Honduras, después del golpe de Estado que sacó del poder a Manuel Zelaya en 2009, y Cuba, tras el triunfo de la revolución socialista de 1959.
A juicio de Edgard Parrales, quien fue embajador sandinista ante la OEA (1982-1986), una suspensión le bloquearía al gobierno de Managua el apoyo financiero de organismos como el BID y el BCIE, que le han aportado millonarios préstamos en el último año, y lo expondría a sanciones económicas y diplomáticas unilaterales por parte de otros Estados de la región.
Consultado por DW, el exdiplomático recordó que Nicaragua recibe beneficios de sus tratados comerciales con México y con Chile, y más aún del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés), países que compran la tercera parte de sus exportaciones.
Opinó que Ortega encara "un panorama poco alentador”, toda vez que el "informe demoledor” de la OEA podría dar pie también a sanciones anunciadas por la Unión Europea (UE).
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