OCDE preocupada por Alemania
5 de agosto de 2004El dictamen de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a las naciones más industrializadas del mundo, recuerda a las recomendaciones que normalmente se hacen para las naciones en vías de desarrollo.
La OCDE espera que Alemania se concentre en profundizar sus reformas estructurales, controlar el gasto público y flexibilizar el mercado laboral. El organismo recomienda urgentemente que se consoliden las finanzas públicas de la mano de una reforma del sector público. Pero la sobriedad económica al exigir reformas estructurales y estabilidad macroeconómica pasa por alto el impacto social que pueden tener estas medidas.
Balance mixto
Luego de varios años con resultados mediocres, la economía germana vuelve a salir adelante gracias a su pujante sector exportador. Las ventas internacionales impulsa el crecimiento en un entorno global que ha superado los choques externos. Por lo tanto el 2004 será el último de tres años con una economía estancada. Este año el crecimiento será de 1,1%, mientras que el pronóstico para el 2005 mejor notablemente y se predice una expansión de 2,1%.
Los expertos se muestran preocupados por el débil consumo interno como freno a la recuperación, así como las malas expectativas en el mercado laboral, con su efecto negativo sobre las expectativas de consumidores e inversores y por consiguiente en la inversión productiva.
Asimismo la OCDE critica el mal comportamiento fiscal y el incumplimiento del Pacto de Estabilidad suscrito por todos los integrantes de la zona del euro.
Más reformas
Dentro de Alemania las reformas del sistema de la seguridad social y del mercado laboral son motivos de preocupación e incluso hay quienes temen amplias movilizaciones sociales para protestar por su impacto negativo en la distribución del ingreso. En cambio la OCDE se limita a la esfera económica y exige que Berlín acelere el paso por la senda emprendida.
Así, los expertos de la organización con sede en París elogian las reformas en la salubridad, el sistema de pensiones y la unificación del seguro de desempleo y la asistencia social. Para los economistas de la OCDE estas medidas sirven tanto para recuperar la estabilidad fiscal, como para fomentar la movilidad laboral de las personas.
Credo ortodoxo
La OCDE no prevé que se reduzca el nivel de desempleo en Alemania antes del 2005. A pesar de la capacidad de innovación y de los logros como nación exportadora, en la última década el crecimiento económico real se quedó claramente detrás de otros países europeos, así como de los EE.UU.. Según el informe, el ingreso per capita alemán es hoy un 30% inferior al de los EE.UU..
La organización de los países industrializados se expresa claramente en contra de políticas laborales activas y recomienda que el Estado se retire de las políticas de fomento del empleo, así como de los programas específicos de subvenciones a regiones con debilidades estructurales. Asimismo, el organismo sugiere que se disminuyan los acuerdos colectivos y apuesta por negociaciones individuales. En otras palabras, considera nocivo el papel de los sindicatos y aboga por una liberalización de este segmento del mercado laboral.
En resumen, la OCDE mantiene una línea claramente ortodoxa en su análisis económico de Alemania.