Nuri al Maliki renuncia como primer ministro de Irak
14 de agosto de 2014
Tras varios días de tensión política, llamado al Ejército a no intervenir incluido, finalmente el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, renunció a su cargo, en el que el presidente Fuad Masum había nombrado el pasado lunes 11 de agosto a Haider al Abadi. Éste incluso realizaba negociaciones con los partidos políticos para formar gobierno, pese a que Al Maliki se negaba a dejar el puesto, aduciendo que el mandatario había cometido un error.
Al Maliki, que había visto cómo la comunidad internacional, el Parlamento iraquí y su propio partido Dawa le estaban dando la espalda, anunció su determinación este jueves (14.08.2014) mediante una cadena de televisión, donde señaló que “ante ustedes declaro que, para facilitar el avance del proceso político y la formación del nuevo gobierno, renuncio a mi candidatura como primer ministro en favor del hermano Dr. Haider al Abadi”.
Al Maliki enfrentó a las cámaras en compañía del mismo Al Abadi y otros políticos chiitas, en una puesta en escena que buscaba dar una muestra de unidad en un país que parece disgregarse en sus propias disputas internas, al tiempo que es incapaz de detener el avance de las milicias del Estado Islámico (EI), que se han hecho fuertes en el norte y que ahora amenazan al Kurdistán.
Figura polémica
El ahora ex primer ministro afirmó que tomaba la decisión en su deseo por “salvaguardar los altos intereses del país”, añadiendo que no quería ser él causa de un baño de sangre. “Permaneceré como un soldado en la defensa de Irak y de su gente”, agregó. Asimismo, dijo que había que permanecer unidos para poder enterrar a la amenaza terrorista de los rebeldes sunitas del EI.
Al Abadi es visto en el país como una figura menos polémica que Al Maliki, que tiene un pasado de lucha desde el exilio contra Saddam Hussein, pero que ha sido acusado de repetir las políticas del dictador al generar divisiones entre las distintos credos que habitan en Irak. Se espera que la renuncia de Al Maliki ayude a acelerar las reformas políticas que el país necesita para alcanzar la estabilidad para enfrentar la amenaza terrorista.
DZC (Reuters, dpa, AP)