Las lecciones del Golfo de México
3 de septiembre de 2010Un nuevo accidente en una plataforma petrolera ubicada en el Golfo de México alarmó este jueves (2.9.2010) a la guardia costera estadounidense. La instalación se incendió frente a las costas del estado de Louisiana, a varios cientos de kilómetros del lugar en donde explotó la plataforma petrolera Deepwater Horizon de BP el pasado 20 de abril. Contradiciendo los reportes iniciales, la operadora de la plataforma Vermillion 380 A –la empresa Mariner Energy– informó que el fuego no causó víctimas mortales ni daños estructurales que permitieran el derrame de crudo en el mar.
Especialistas del Departamento del Interior estadounidense afirman que, a diferencia de Deepwater Horizon, la plataforma Vermillion 380 A operaba en aguas someras de sólo 100 metros de profundidad y que, en consecuencia, una eventual marea negra podría ser detenida con mayor facilidad que la generada por la explosión de la plataforma de BP, cuyo pozo se encontraba a 1.500 metros de profundidad. Pero eso no impidió que el tema de la seguridad de las torres petroleras de altamar volviera a ascender en la lista de prioridades de la opinión pública.
Las acciones de Mariner Energy perdieron un dos por ciento de su valor en la bolsa de Nueva York tras la difusión de la noticia de la explosión. Menos anecdótico es el hecho de que la relación ganancia-riesgo de la explotación petrolera en los mares empiece a ser apreciada con mayor distancia crítica, dentro y fuera de Estados Unidos. En Europa no son pocos los que aconsejan a sus respectivos Gobiernos poner sus barbas en remojo: los Verdes alemanes exigen normas de seguridad más severas y efectivas para las exploraciones en profundidades marinas, y Greenpeace insta a que éstas sean prohibidas en todo el mundo.
Deutsche Welle conversó con Monika Stankiewicz, portavoz de Helcom, una organización intergubernamental creada con el objetivo de proteger al Mar Báltico, para conocer la posición de sus miembros –la Unión Europea (UE) y los otros nueve países que bordean sus aguas– en relación con los riesgos y los retos de seguridad implícitos en la explotación de los yacimientos de petróleo de la zona. ¿Qué se ha hecho para evitar que un accidente en los mares nórdicos se convierta en una catástrofe ecológica de escala global como la del Golfo de México?
Deutsche Welle: La Unión Europea quiere elevar los estándares de seguridad que las empresas petroleras deben cumplir para poder explotar yacimientos en altamar, pero hay organizaciones ecologistas que acusan a estas compañías de querer explorar en aguas cada vez más profundas sin tener ni capacidad técnica ni efectivos planes de emergencia para ello. Prueba de eso es lo ocurrido en el Golfo de México…
Monika Stankiewicz: En lo que al Mar Báltico se refiere, lo que lo diferencia del Mar del Norte es que en el primero sólo hay dos plataformas petroleras. Y, en comparación con las grandes inversiones hechas en las infraestructuras del Golfo de México, las del Báltico son mucho más modestas. De ahí que el reto al que se enfrentan los países cercanos al Báltico en materia de seguridad no sea tan grande. Sin embargo, el medio ambiente está protegido de las actividades en las plataformas de altamar por lineamientos adoptados por Helcom en 2007; en ese plan de acción el principio de “cero descargas” tiene gran importancia.
"La meta es evitar que desechos contaminantes lleguen al medio marino mediante mecanismos para el procesamiento de todas las descargas. Hasta ahora no hemos tenido ningún derrame que lamentar, pero, si llegara a ocurrir, tenemos mecanismos de monitoreo satelital frecuentes para registrar cuando hay una fuga de petróleo y este año tuvo lugar un simulacro en una de las plataformas para medir la capacidad de respuesta en caso de un accidente o un escape de crudo. La preocupación global en torno a los derrames petroleros está ahí y eso es algo que nos ocupa; por eso prestamos atención a lo que ocurre en nuestro propio mar."
A juzgar por declaraciones hechas en el pasado reciente por el comisario de Energía de la UE, Günther Öttinger –ex jefe de Gobierno del Estado federado de Baden-Wurtemberg y miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU)–, la clase política europea parece confiar demasiado en la buena voluntad de las multinacionales y aceptar con estoicismo el hecho de que ninguna regulación puede ofrecer seguridad absoluta. ¿Incluyen las regulaciones de Helcom cláusulas o penalidades que obliguen a las empresas petroleras a cerciorarse de la efectividad de su respuesta a accidentes en las plataformas de altamar o derrames de crudo?
Las soluciones técnicas de posibles problemas están en manos de la industria petrolera y esas soluciones están sujetas a las legislaciones de los países que operan las plataformas. Como dije, en el Mar Báltico hay dos plataformas: una de ellas es polaca y es regulada por las normas comunitarias; la otra es rusa y es regulada por la legislación de Rusia. Yo no conozco todos los parámetros nacionales vigentes en materia de seguridad. Las regulaciones de Helcom han fijado los estándares alusivos a la descarga de desechos en el mar y no la manera en que se pueden alcanzar las metas del principio de “cero descargas”.
Considerando que existe un gran contraste entre los niveles de exigencia que imperan en la UE y los vigentes en otras regiones del mundo, ¿cree usted que el hecho de que las normas de seguridad de la plataforma petrolera rusa se ajusten a los estándares rusos y no a los de la UE deba ser motivo de preocupación para los países alrededor del Mar Báltico?
Rusia no se rige por las regulaciones de la UE, pero yo no dije que no tuviera parámetros propios exigentes en materia de seguridad. Lo que quise decir es que yo no estoy familiarizada con ellos.
¿Se discutirá sobre la seguridad de las plataformas petroleras de altamar en la próxima reunión de los países que integran Helcom?
Nosotros tenemos una comisión dedicada exclusivamente a las actividades marítimas y las plataformas petroleras de aguas profundas están siempre en nuestra agenda. En nuestras reuniones intercambiamos información regularmente y prestamos atención a que los estándares fijados se estén respetando; ese será un tópico a tratar en el próximo encuentro que tendrá lugar en Suecia del 9 al 11 de noviembre.
¿Cree usted que las exigencias de Greenpeace de prohibir del todo las exploraciones en las profundidades del mar es viable?
No lo creo. Personalmente estoy convencida de que lo más importante es controlar todas esas actividades; y es que aparte de la explotación de los yacimientos de petróleo en altamar y de su transporte marítimo hay muchas otras que ameritan atención.
"Con la cobertura de la catástrofe ecológica del Golfo de México, los medios han dejado en evidencia que la legislación para prever esas situaciones ya existía, pero no se hizo el esfuerzo suficiente para hacerla valer y vigilar que los aspectos de seguridad estuvieran a la altura de las innovaciones tecnológicas desarrolladas para perforar el suelo marino. Allí faltó control gubernamental. A la hora de ‘hacer negocios’ debemos garantizar que éstos sean sostenibles y que los riesgos para el medio ambiente sean reducidos al mínimo posible."
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López Magallón