¿Nueva situación, nueva Angela Merkel?

Arriesgada, combativa y emocional son cualidades que, por lo general, no caracterizan a Angela Merkel, “la mujer más poderosa del mundo”, según la revista Forbes. Durante su alocución ante el pleno del Parlamento alemán sobre los atentados en París Angela Merkel, como de costumbre, no levantó la voz, no empuñó la mano, como tampoco se le vieron lágrimas brotar de sus ojos. ¿Por qué entonces algunos comentaristas alemanes dicen que Merkel está en un proceso de autorreinvención?

Prueba # 1: En esta foto, Angela Merkel se muestra como nunca antes en un escenario internacional. Durante la marcha de solidaridad con Francia, la canciller, que antes se mostraba como fría y distante política con sus homólogos, aparece aquí muy cerca al presidente de Francia, Francois Hollande, con los ojos cerrados, casi tierna y compungida. Nada es coincidencia en las apariciones públicas de Angela Merkel.

Prueba # 2: Merkel expresa públicamente su respaldo a los musulmanes en Alemania, citando al expresidente Wulff, quien afirmó en 2010 que “el Islam pertenece a Alemania”. Y lo hizo dos veces en cuatro días, la última vez en presencia del presidente de Turquía.

Este reconocimiento público de la comunidad musulmana alemana le ha valido a Angela Merkel las críticas de su propio partido cristiano-demócrata CDU, del partido bávaro de la coalición, del Congreso Judío y muchos ciudadanos que no están convencidos de que el Islam haga parte de la sociedad alemana. Aún así, la canciller reivindicó su postura en el Bundestag.

Prueba # 3: Angela Merkel se declara, abiertamente y sin remilgos, en contra de las manifestaciones antiislámicas organizadas por “Pegida”. La canciller se muestra emocional y habla del odio y la frialdad que ve en los corazones de quienes rechazan a los inmigrantes. Angela Merkel considera que cada manifestante de “Pegida” tiene una responsabilidad social. Aún no es claro, cuánta gente respalda, silenciosamente, estas manifestaciones, pero entre estos también puede perder votos.

¿Objeción?

Algunos afirman que la canciller reacciona a cambios en la opinión de la población, a resultados de encuestas. Sus apariciones en público, sus alocuciones, sus gestos son otros desde hace 14 días. Pero lo que ha hecho realmente Angela Merkel es adaptarse a la nueva realidad en la que sectores de la sociedad alemana consideran que el consenso se acabó.

Angela Merkel sale ahora a las calles en donde miles protestan y exige que su Gabinete haga lo mismo. La canciller alemana exigió en su reciente discurso en el Parlamento apelar a los valores democráticos. Pero la democracia también implica conflictos que deben pelearse con argumentos. Es hora de que enfrentemos y debatamos sobre los problemas de hoy, sin remilgos. Incluida la canciller.