“Nueva Rusia“ y la teoría del dominó
12 de mayo de 2014Si fuera por lo que desean las fuerzas prorrusas del este de Ucrania, tras la anexión de Crimea volverían a trazarse nuevas fronteras en Europa. En los territorios de Donetsk y Lugansk se crearían dos nuevas estructuras estatales. Tendrían el carácter de “repúblicas populares” independientes. En la práctica, sin embargo, se orientarán hacia Rusia, porque dependerán del Kremlin tanto en lo político como en lo económico.
A pesar de todas las críticas internacionales, mediante los “referendos” se pretende ahora consumar la escisión de Ucrania. La consulta contravino la Constitución ucraniana. Los organizadores son militantes separatistas, que habían ocupado edificios administrativos y dependencias policiales. No fueron elegidos por nadie, sino que se tomaron el poder por las armas. Por esa razón, los “referendos” carecen de credibilidad y fundamento democrático.
Imitación de democracia
Ni el desarrollo de esas votaciones ni sus resultados pudieron ser controlados por observadores independientes. Tampoco habría sido posible verificarlos, dado que no se disponía de registros electorales oficiales. Nadie sabe con precisión cuánta gente votó realmente. Los votos podrían haber sido falsificados. Algunas personas podrían haber depositado varias papeletas electorales en las urnas. Además, es de suponer que muchos ciudadanos ucranianos del este permanecieron en casa, por temor. Por todo eso, la comunidad internacional no puede reconocer esta parodia de referendo, ni lo hará.
Pero eso no detendrá a los separatistas. Ellos no esperan que su proceder sea internacionalmente aceptado. Sus “referendos” fuero ante todo maniobras populistas. Imitan la democracia, para poder ampararse en una supuesta “voluntad popular”. Y pretenden con ello provocar una reacción en cadena, porque esperan que también en otras regiones del este y el sur de Ucrania pudieran llevarse a cabo semejantes parodias de consulta.
La “Nueva Rusia” podría extenderse hasta la UE
Esta estrategia recuerda la teoría del dominó de la época del conflicto este-oeste. De acuerdo con ella, la ideología y la propaganda velarían porque paulatinamente los Estados vecinos fueran cayendo como piezas de dominó, volcándose hacia Moscú. Semejante escenario es el que amenaza ahora a algunas zonas de Ucrania. Los separatistas quieren que surjan más “repúblicas populares”, según del modelo de Donetsk y Lugansk. Estas piezas de dominó podrían integrarse posteriormente y formar la “Nueva Rusia”. De eso se habla ya en Donetsk y Lugansk, pero sobre todo en Moscú.
También el presidente ruso, Vladimir Putin, utiliza el concepto de “Nueva Rusia”. Se refiere a un territorio que se extiende desde el este de Ucrania, pasando por Crimea y Odesa, hasta la República de Moldavia y Rumania, colindando así directamente con el área de la Unión Europea. Crimea ya fue anexionada por Rusia. Donetsk y Lugansk podrían seguir la huella, aunque Moscú niegue actualmente tener tales intenciones. Pero esos territorios son para el Kremlin piezas de dominó hacia “Nueva Rusia”.