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Nueva constitución y poder real en Cuba

Amir Valle
22 de febrero de 2019

La manipulación mediática del pueblo, las campañas por el SÍ a la nueva Constitución, la violencia contra los defensores del NO y la condena regional a esta Carta Magna anuncian un 24 de febrero difícil para el gobierno.

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Kuba | Beratung über neue Verfassung
Imagen: picture-alliance/dpa/AP Photo/ACN/A. Padron

Por un lado, violencia y represión. Una joven poeta, Katherine Bisquet, es golpeada en una actividad cultural por vestirse con un pulóver de la campaña opositora #YoVotoNo. Un ídolo del pueblo, el actor Alberto Pujols, denuncia en Miami las represalias desde La Habana contra él y otros actores que él ha invitado a participar en la serie "El Sucesor", donde ridiculiza al presidente Miguel Díaz Canel, presentándolo como un títere de "poderes ocultos". La crítica de la Confederación de Obispos católicos de Cuba a "una Constitución ideologizada". Y la advertencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre una Carta Magna que cede al Partido Comunista todos los derechos "sin prever su obligación de acatar los principios de soberanía popular, supremacía constitucional y legalidad".

Por otro lado, propaganda y manipulación. En tanto reprime  a miembros de la oposición que promueven las campañas #YoVotoNo y #YoNoVoto, el gobierno intensifica su campaña #YoVotoSí en espacios públicos, centros de trabajo, escuelas y medios de comunicación, todos bajo control estatal. Incluso los cubanos que han comprado libros en la reciente Feria Internacional del Libro han encontrado el Hashtag #YoVotoSí en los comprobantes de venta. Y faltando 15 días para la ratificación, ya Díaz Canel, en Twitter ha dado por aprobada la nueva Constitución: "En 15 días tendremos aprobada la #Constitución", escribió.

¿Nueva Carta Magna?

Ciertamente, el primer borrador de esta Ley de leyes que se votará este 24 de febrero ha sido modificado en casi el 60%. En sus 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, fueron incorporadas 760 enmiendas. Y eso ya basta a Díaz Canel para anunciar una Constitución que "hicimos todos por el bien de todos".

No obstante esos cambios, el laureado escritor opositor Ángel Santiesteban habla de "una Constitución cosmética en un país que hace sólo cambios cosméticos para engañar al mundo". Ciertamente, la futura Ley de leyes blinda el sistema político actual, ya que mantiene al Partido Comunista como "fuerza dirigente superior de la sociedad". Y aunque el término "comunismo" se eliminó en la primera versión, ahora se ratifica el comunismo como la "máxima aspiración del pueblo cubano". En lo social, mientras se abre la puerta a la propiedad privada, se prohíbe la concentración de propiedades y riquezas en manos no estatales; se anula la apertura que apoyaría el matrimonio entre personas del mismo sexo, propuesta del primer borrador; y se incluye una indefinida figura de "traición a la patria" como el más grave de los crímenes, término que organismos regionales consideran una  legitimación de la violencia política contra quienes defiendan una ideología contraria a la impuesta por el Estado y el regente Partido Comunista.

Lo verdaderamente nuevo

Incluso la cadena multinacional TeleSur hace gala de su falta de transparencia y habla del inicio de la "votación de cubanos en el exterior", ocultando una verdad: sólo pueden votar los diplomáticos y colaboradores cubanos en el exterior, pues el gobierno ha negado ese derecho a cientos de miles de cubanos residentes en el extranjero.

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Amir ValleImagen: DW

Pero, por primera vez en 60 años, se han visto obligados a violar sus propias regulaciones: los artículos 171 y 172 de la Ley Electoral, que prohíben las campañas políticas. Y lo han hecho debido al altísimo descontento popular ante la ineficacia política para resolver los graves problemas económicos derivados de la crisis en Venezuela, agravados por el desastre dejado por fenómenos naturales y cuestionados por miles de cubanos que se preguntan qué hace el gobierno, entre otros recursos, con los 240 mil barriles diarios de petróleo que Venezuela ha seguido enviando incluso después de la autoproclamación de Guaidó como presidente interino. 

El real poder tras la Constitución

Como ha denunciado el ensayista y politólogo cubano Roberto Álvarez Quiñones, aunque este nuevo proyecto establece al Partido Comunista (PCC) como máxima instancia política, el real poder lo detenta, de facto, el jefe militar supremo, Raúl Castro  y su elite castrense. "La Junta Militar que manda en el país no tiene corporeidad institucional, no existe oficialmente", escribe en uno de sus artículos, "pero eso no podía aparecer en el nuevo texto constitucional -no lo estuvo tampoco en el de 1976-, porque el régimen cubano no podría seguir vendiéndose al mundo como civil, siendo militar hasta el tuétano".

Lo que legitimará el pueblo este 24 de febrero entonces es el traspaso legal de poder en un país devastado por el socialismo a las voraces élites herederas del moribundo castrismo, cuya única ideología es el dinero, así que apuestan ya por seguir manejando desde la sombra el timón de una isla que enrumbarán hacia el más despiadado de los capitalismos, encubriendo su maniobra, claro está, con ese disfraz humanista que han tenido hasta hoy todas las dictaduras de izquierda.

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