Nuestro antepasado animal tenía cola. ¿Por qué nosotros no?
28 de febrero de 2024Hace aproximadamente unos 25 millones de años, cuando los simios se separaron genéticamente de los monos, el antepasado animal de los humanos perdió su cola. Desde los tiempos de Darwin, los científicos se han preguntado por qué y cómo fue que esto ocurrió.
Ahora, un grupo de investigadores cree haber encontrado una respuesta a esas preguntas, según plantean en un estudio publicado este miércoles (28.02.2024) por la revista Nature.
"Encontramos una única mutación en un gen muy importante", afirma el coautor Bo Xia, genetista del Instituto Broad.
Modificación genética en ratones
Los investigadores compararon los genomas de seis especies de simios, incluidos los humanos, y 15 especies de monos con cola para establecer diferencias clave entre los grupos.
Una vez que los científicos identificaron una mutación significativa en el gen TBXT, probaron su teoría utilizando la herramienta de edición genética CRISPR para modificar ese punto en embriones de ratón.
El resultado fue evidente: los ratones nacieron sin cola.
"Por primera vez, proponemos un escenario plausible para el mecanismo genético que condujo a la pérdida de la cola en nuestros antepasados. Es sorprendente que un cambio anatómico tan grande pueda estar causado por un cambio genético tan pequeño", afirma el coautor Itai Yanai, el genetista y biólogo de la New York University Langone Health.
De todas formas, Xia advirtió que otros cambios genéticos también podrían haber influido en la pérdida de la cola.
Surgen otras interrogantes
Las conclusiones de los expertos abrieron nuevas interrogantes que aún quedan pendientes por resolver: ¿No tener una cola ayudó a estos simios -y finalmente a los humanos- a sobrevivir? ¿O fue solo una mutación fortuita en una población que prosperó por otras razones?
Teorías tentadoras sobre los beneficios de no tener cola hay muchas. Algunas sostienen que este desarrollo evolutivo podría haber ayudado a los humanos a caminar erguido.
La cola fue un rasgo característico de la mayoría de los vertebrados durante más de 500 millones de años, y su pérdida puede haber ofrecido ventajas cuando nuestros antepasados pasaron de los árboles al suelo, afirman los autores.
"La cola puede ser ventajosa cuando se vive en los árboles. Sin embargo, en cuanto pasas a tierra firme, puede ser más un inconveniente", plantea Yanai.
"Podría ser casualidad, pero -la cola- podría haber supuesto una gran ventaja evolutiva", responde Miriam Konkel, genetista evolutiva de la Universidad de Clemson, que no participó en el estudio.
Diferencias actuales entre monos y simios
Rick Potts, que dirige el Proyecto Orígenes Humanos del Instituto Smithsoniano y que tampoco participó en la investigación, sugiere que la falta de cola pudo ser un primer paso para que algunos simios adoptaran una postura corporal vertical incluso antes de abandonar los árboles.
No todos los simios viven hoy en el suelo. Los orangutanes y los gibones son simios sin cola que siguen viviendo en los árboles. Sin embargo, Potts señala que se mueven de forma muy distinta a los monos, que corretean por la parte superior de las ramas utilizando la cola para mantener el equilibrio.
El coautor Yanai cree que la pérdida de la cola fue sin duda una transición importante, pero la única forma de saber con certeza el motivo "sería inventar una máquina del tiempo", concluye.
JU (rtre, ap)