No todas son malas noticias para el medio ambiente
Olas de calor extremas y enemigos de la lucha contra el cambio climático, como Donald Trump, marcaron el 2017. Pero no todo fue terrible para el planeta, y hay algunas razones para comenzar el 2018 con optimismo.
Adiós, diésel
Países como India, Francia y Reino Unido se han comprometido a dejar en el pasado los vehículos diésel y a gasolina para favorecer a opciones menos sucias, como los eléctricos. Incluso China, el mayor mercado automotriz del mundo, desarrolla un plan para prohibir la producción y venta de vehículos contaminantes. El 2018 podría ser un gran año para el cambio hacia un transporte más limpio.
Esperanza para las abejas
Las abejas están entre las mayores polinizadoras y ayudan a las plantas a reproducirse. Por ello juegan un rol vital en el ecosistema. Sin embargo, su sobrevivencia no es segura. Unos insecticidas llamados neonicotinoides han sido identificados como la mayor amenaza contra estos insectos. La Comisión Europea ha impulsado una prohibición total contra tres de los neonicotinoides más dañinos.
Un futuro sin carbón
Los movimientos que buscan eliminar el carbón han estado a la vanguardia este año, especialmente en países que dependen de este combustible, como Alemania. Muchos miembros de la UE se han comprometido a dejar de usar carbón para generar energía antes de 2030. Todas las compañías energéticas de la UE, con la excepción de Grecia y Polonia, acordaron no construir plantas a carbón después de 2020.
Reducción de desechos
En 2017, más de 200 países prometieron trabajar para acabar con la contaminación marina por plástico, uno de los principales problemas medioambientales. Los países de la ONU se han comprometido a tomar medidas para evitar la propagación de desechos marinos y microplásticos. Al mismo tiempo, la UE acordó estrictas regulaciones con respecto a los desechos electrónicos y la obsolescencia programada.
¿A quién le importa Trump?
Los ataques de Donald Trump a la lucha contra el cambio climático han tenido efectos positivos. ¿Cómo? Motivando a la gente y a las empresas en todo EE.UU. a levantar la voz y actuar a nivel local. En la COP23, el gobernador de Califnornia, Jerry Brown, aseguró que la decisión del presidente de salir del Acuerdo de París no detendrá la lucha de los ciudadanos contra el cambio climático.
El salvador francés
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha impulsado la lucha contra el cambio climático en Europa. Sus acciones podrán ser simbólicas, pero han puesto en la palestra los problemas medioambientales más acuciantes. Por ejemplo, otorgó subvenciones a 18 científicos climáticos estadounidenses para que se muden a Francia a trabajar hasta por 5 años, desafiando la postura de Trump sobre este tema.
Pequeños pasos
Millones de personas están asumiendo cambios en sus vidas. Estas pequeñas acciones generan consecuencias enormes. Ejemplos: en las islas Mamanuca de Fiji, un proyecto para fomentar el crecimiento de corales ha mejorado la salud de los arrecifes, mientras que grupos conservacionistas en Níger presionan para establecer zonas para que las jirafas, en riesgo de extinción, puedan vivir en paz.
Optimismo por un futuro mejor
La primera Cumbre del Optimismo de la Conservación realizada en abril en Reino Unido, celebró historias de éxito. Se recordó que los linces están siendo reintroducidos con éxito en Europa Central y que la población de los tigres ha crecido en India por primera vez en un siglo. Ante los desafíos globales, la cumbre buscaba "crear una visión positiva para el futuro".