“No nos olvidamos de los refugiados”
29 de octubre de 2014La Conferencia Internacional sobre los Refugiados Sirios se cerró en Berlín con una declaración común, en la que los participantes aceptaron buscar soluciones políticas el conflicto sirio. “El mensaje es que la Comunidad Internacional no dejará solos a los refugiados”, afirmó el ministro alemán de Exteriores Frank-Walter Steinmeier (SPD) al final del encuentro. Hasta ahora, los refugiados fueron acogidos en los países vecinos, pero la gran carga amenaza a estos países. Sobre todo, por la ausencia de apoyo. En los próximos tres años, Alemania contribuirá con 500 millones de euros, que se sumarían a los 650 aportados desde el principio de la crisis.
Por parte del ministerio de Desarrollo, su titular Gerd Müller (CSU) afirmó que pondrían otros 140 millones para ayudar a Jordania y al Líbano a habilitar alojamiento antes del invierno. Además, Alemania construirá en las próximas semanas uno de los campamentos de refugiados que faltan en el norte de Irak. “No nos olvidamos de estas personas que tendrán que enfrentarse a un duro invierno”, dijo Müller: “Nadie debería morir de hambre, miseria o necesidad este invierno”.
Países de acogida al límite
La situación es sobre todo preocupante en los países vecinos de Siria, que acogen a millones de refugiados desde el comienzo de la guerra hace cuatro años. Para Nasser Judeh, ministro de Exteriores jordano, la población del reino hasemita aumentó un 25% debido a la llegada de refugiados e inmigrantes, con grandes efectos en los deficientes recursos y servicios del país como el acceso al agua, las escuelas o la sanidad. En el caso de los médicos, el número de pacientes aumentó un 250 % y las operaciones un 600% en un país que está llegando al límite de sus capacidades. “Los países de acogida están exhaustos”, continúa Judeh. Si la Comunidad Internacional quiere que Jordania siga llevando esa carga, debería ofrecer apoyo.
Líbano: Enviar de vuelta a los refugiados
También el Líbano considera amenazada su estabilidad debido a la afluencia de refugiados. En relación a sus 4,5 millones de habitantes, el país está recibiendo la mayor afluencia de toda su historia, aclaraba el ministro de Exteriores libanés, Gebran Bassil. La mayoría se quedan en comunidades y pueblos pequeños donde suponen una gran carga, compitiendo en el mercado laboral y la economía con los habitantes y generando tensiones.
Además de la ayuda financiera, el Gobierno de Bassil espera también comprensión para los planes de Beirut de devolver a parte de los refugiados a su país. Por ejemplo, los procedentes de Aleppo podrían también encontrar refugio en otros sitios de Siria. El presidente libanés Tamman Salam afirmó hace poco que, entre los refugiados, también hay milicianos del Estado Islámico y del frente extremista Al-Nusrah, con el consiguiente peligro para el país.
Antonio Guterres, comisario de Naciones Unidas para los Refugiados, aplaudió los esfuerzos de apoyo de Alemania a los refugiados, garantizando la acogida de unas 80.000 personas. Medida que, aunque no resuelva el problema, ofrece a este colectivo la oportunidad de vivir en seguridad. Por su parte, muchas ONGs exigieron también más apoyo en incluso duplicar la ayuda humanitaria. En total, Europa deberá permitir la entrada a unos 180.000 refugiados.