¿No llores por mí, Argentina? ¿Hacia dónde va el país?
8 de septiembre de 2022La realidad argentina suele no dar respiro. Y, sin embargo, siempre es posible que la tensión crezca aún más.
A los indicadores socioeconómicos preocupantes, los acérrimos enfrentamientos políticos y el proceso judicial por corrupción a la expresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, se ha sumado el pasado día 1 de este mes, el intento de magnicidio de la actual vicepresidenta del país.
Ante este panorama: ¿cómo evalúan la situación las principales fundaciones políticas alemanas presentes en el país sudamericano?
"El atentado marca un antes y un después en la política argentina desde 1983”, sostiene en diálogo con DW la representante de la Fundación Friedrich Ebert en Argentina, Svenja Blanke. "Porque hubo un intento violento contra una de las políticas más importantes del país”, agrega.
"La situación tras el atentado es grave y preocupante”, indica, por su parte, el director de la oficina del Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo, Torge Löding. "Muestra un potencial de violencia política en el país, que muchos no habían visto en mucho tiempo”, analiza desde Buenos Aires.
Y aporta incluso una advertencia: "Hay círculos interesados en la desestabilización y la violencia. Y la situación se puede tornar en un desborde social, más rápido de lo que uno espera”.
Crisis de varias dimensiones
Desde la Fundación Konrad Adenauer, en tanto, prefieren ampliar el foco de análisis: "Argentina está viviendo una época bastante difícil”, consigna la representante de la fundación en Argentina, Susanne Käss. "El país está saliendo poco a poco de la pandemia, que ha causado muchas muertes y una recesión económica significativa”, detalla.
"A la crisis económica se le suma una alta tensión política, tanto entre el oficialismo y la oposición, como dentro de cada uno de los bloques: la llamada 'grieta' se agudiza cada vez más”, indica Käss en entrevista con DW.
¿Pronóstico reservado?
¿Existe, entonces, un riesgo institucional en el país?
"Esto dependerá mucho del comportamiento de los actores políticos en las próximas semanas y meses, y de su capacidad de "bajar el tono” a la discusión y llegar a un debate democrático, en lugar del enfrentamiento”, asegura la representante de la Fundación Konrad Adenauer, ligada a la democracia cristiana.
"La ciudadanía quiere vivir en democracia. Pero la gente no está contenta con las maneras como se resuelven los conflictos políticos, ni los problemas grandes del país”, sostiene, al respecto, Blanke. "Son las y los representantes los que tienen que cuidar la institución democrática”, aporta.
"En un clima donde se empieza a odiar al otro, hemos llegado al límite de nuestras democracias y de nuestros valores. También es así en Alemania, donde discutimos cosas similares, y por discursos de odio hemos cambiado las leyes para enfrentar las actitudes no democráticas”, contextualiza la profesional alemana.
También para el representante de la Fundación de izquierda Rosa Luxemburgo "el diálogo político y la interacción respetuosa entre adversarios políticos” resultan clave para el futuro del país. "Porque la libertad es siempre la libertad de los que piensan diferente”, consigna Löding.
Más allá de tensiones locales, existen, de cara al futuro, razones para la esperanza: "Argentina es un país con un enorme potencial, tanto en materia energética -convencional y renovable- como en la producción de alimentos”, evalúa Käss.
"Su desarrollo dependerá de cómo lo aprovecha”, concluye la experta.
(ers)