No hay chavismo sin Chávez
22 de febrero de 2012El anuncio del presidente Hugo Chávez de que deberá someterse a una nueva intervención quirúrgica, debido a una lesión detectada en el mismo lugar donde le fuera extirpado el año pasado un tumor canceroso, paraliza la política venezolana. Faltando menos de ocho meses para las elecciones presidenciales, se plantean nuevamente interrogantes acerca de si el gobernante estará en condiciones de lanzarse a lucha por la reelección.
Si bien Chávez ha intentado atenuar la inquietud de sus seguidores, asegurando que está en buenas condiciones para enfrentar esta segunda operación, también ha dado a entender que el problema puede ser serio y que podría tener que “repensar” su agenda. No dio, en cambio, ningún indicio de que alguno de sus colaboradores pudiera tomar la estafeta en caso necesario en la campaña electoral. Así lo hace notar Nikolaus Werz, politólogo y catedrático de la Universidad de Rostock. “En definitiva, las cosas siguen como hasta ahora: el presidente Chávez no tiene un sucesor predilecto; no veo señal alguna que apunte a alguien que pudiera dirigir en su lugar el movimiento”, indica el especialista en política latinoamericana.
Oposición unificada
“Chávez personaliza la contienda”, afirma Werz. En consecuencia, su alejamiento del escenario por el tiempo que demande su tratamiento impone una pausa política. Aunque está previsto que la campaña electoral se inicie dentro de unos meses, de facto la maquinaria ya se había puesto en marcha desde que Henrique Capriles fue elegido como candidato único de la oposición para los comicios presidenciales del 7 de octubre.
Difícil resulta prever qué impacto tendrá este compás de espera en la estrategia de la oposición que, debido a la nutrida participación en sus primarias, alimenta la esperanza de poner fin en las urnas al gobierno de Chávez. “La oposición ha hecho lo que podía, lo que quizá debió haber hecho hace años: ponerse de acuerdo en un candidato”, señala el politólogo de Rostock. Pero acota que ese hecho, en sí, demuestra que las condiciones no son las “normales” en una democracia: “tuvieron que acordar un candidato para tener por lo menos una oportunidad de derrotar al presidente Chávez”.
Personalismo oficialista
Werz destaca el tono moderado del abanderado opositor, indicando que a todas luces apuesta a conquistar votos del sector chavista. “Las últimas encuestas revelan que Chávez sigue teniendo un apoyo relativamente amplio. Tampoco Capriles sale mal parado, pero con Chávez en la plenitud de sus fuerzas como contendor electoral tendría grandes dificultades”, opina el politólogo.
Pero es eso justamente lo que por ahora está en duda, debido al estado de salud de Chávez. Y eso plantea un gran interrogante en cuanto a las perspectivas del oficialismo, ya que, como subraya Werz, “su estrategia está supeditada a la persona de Chávez”.
Autora: Emilia Rojas
Editor: Pablo Kummetz