“No encontrar el submarino ARA San Juan sería una vergüenza”
24 de noviembre de 2017El tiempo corre y a su lado corre el tren de las hipótesis. Donde sea que esté el submarino ARA San Juan –en la plataforma continental o más allá del talud, por debajo de los 200 metros de profundidad, internándose en el Atlántico Sur–, en el continente crece el sentimiento de que la coordinación a nivel político y militar jugaron un rol clave desde el inicio. Para Ricardo Burzaco, periodista e historiador argentino especializado en temas de defensa, además de director de la revista “Defensa y Seguridad Mercosur” (www.defensa.com), el protocolo fue la “guía de toda la operación”.
“En cuanto se enteran de que el submarino está perdido, las autoridades salen a buscarlo –explica Burzaco–. Si a las 24 horas no aparece, termina el Protocolo de Búsqueda y empieza el Protocolo de Búsqueda y Rescate, que incrementa los medios necesarios. Si no hay certezas tampoco se puede poner en marcha una campaña internacional. Hay que considerar la cantidad de equipos de todo el mundo que estuvieron en el Atlántico Sur en cuatro días. El procedimiento está específicamente reglamentado.”
Deutsche Welle: ¿Cómo explicar entonces la indignación del ministro Aguad porque no le avisaron desde un primer instante sobre la pérdida de comunicación con el submarino?
Ricardo Burzaco: El ministro argentino de Defensa, Oscar Aguad, entiende muy poco del tema y una discusión con personas que no saben de esto complica las cosas. Echaron de la marina al comandante del Área Naval Atlántica en Mar del Plata, Gabriel González, por haber contradicho al ministro respecto de la existencia de las siete llamadas de parte del submarino, que después resultaron falsas. El ministro ha dejado mucho que desear en toda esta situación y, de hecho, todavía no ha salido a hablar. Lo único que hizo fue haber estado un solo día con los familiares.
DW: ¿Por qué el silencio?
RB: El presidente Mauricio Macri habló a último momento y anticipó que habrá una investigación sobre lo ocurrido. De hecho, el presidente tenía desde un principio alguna información. Transcurrida la primera etapa del Protocolo, estuvo muy cerca del lugar de búsqueda en la localidad de Chapadmalal (a 23 kilómetros de Mar del Plata y a poco más de 10 kilómetros de la base de submarinos). También hay que tener en cuenta que uno de los edecanes del presidente es el capitán especializado en submarinismo Germán Horacio Michelis Roldán, a quien probablemente Macri haya consultado primero.
DW: El ARA San Juan había sido remodelado en 2014 y tanto la entonces presidenta Cristina Fernández como el actual jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmaron que la vida del San Juan se había extendido por 30 años.
RB: Son definiciones políticas. Esta remodelación hecha al San Juan, llamada “media vida”, se le tendría que haber hecho ocho años atrás porque a su gemelo el ARA Santa Cruz se lo hicieron en el año 2000. El Ara San Juan es un submarino que en el trayecto a su “media vida” ya venía atrasado en todo. El equipamiento que le pusieron, además, corresponde a los tres submarinos que Alemania le vendió a Argentina en los 80 pero que al final no se construyeron. De ellos quedaron los motores y otros elementos. Así que en 2014 le pusieron al San Juan equipamiento sin uso pero de 1983. La “media vida” del San Juan, que se tendría que haber hecho a principios de la década del 2000, se empezó a hacer en el 2008 y se terminó en el 2014.
DW: ¿Cómo se coordinan las decisiones sobre el presupuesto y su destino final?
RB: Desde la llegada de la democracia en la Argentina en 1983, el presupuesto de las Fuerzas Armadas se fue reduciendo del 2,5 % del PBI al 0,7 %. Hay que tener en cuenta que el 80 % de este monto se va en sueldos y en jubilaciones. Entonces queda muy poco dinero para mantener y, eventualmente, reemplazar unidades. De ahí que los mantenimientos se retrasan aunque no hay certezas de que hayan sido problemas derivados de los trabajos de “media vida”. Se sabe que hubo una explosión pero no se sabe la causa. No puede adjudicársele, por falta de pruebas, la culpa al astillero.
DW: Si pudieran encontrar el submarino, ¿qué probabilidades hay de que pueda ser llevado a la superficie?
RB: Dependerá de dos elementos: primero a la profundidad en el que esté y, segundo, su grado de destrucción. En los Estados Unidos informaron, hasta el momento, que tienen capacidad de rescate hasta los 600 metros de profundidad. Pero no es lo mismo que el submarino esté entero porque, por ejemplo, hubo una explosión interna que no destruyó el casco; a que haya habido una explosión más violenta que lo ha afectado seriamente, con lo cual sería muy difícil poder levantarlo.
DW: ¿Cuándo se da por concluido el Protocolo de Rescate?
RB: Va a depender mucho del prestigio que quiera guardar la tecnología traída por Estados Unidos y la que va a llegar de Rusia. No encontrar el submarino ARA San Juan sería una vergüenza para esos países porque trajeron sus mejores equipamientos. Yo creo que lo van a buscar hasta encontrarlo.
Autor: Maximiliano Monti (VT)