Cantándole al pueblo
12 de enero de 2012Nacida en la República Democrática Alemana (RDA), la han llamado a lo largo de su vida de muchas maneras. “Icono del punk” y “madre de lo inconvencional” se cuentan entre los títulos más frecuentes. “Chica de los escándalos” le gusta menos, aunque tiene que reconocer que ha protagonizado algunos excesos, como los del LSD.
Reconocida pacifista, asegura haber visto a Dios a los 17 años. Mucho tiempo después, en 2009, se convirtió al catolicismo. Hoy practica el hinduismo. Y tiene 55 años que no aparenta. Nina Hagen siempre fue algo excéntrica, pero también una de las músicas alemanas por antonomasia. Su nuevo disco se llama Volksbeat y contiene versiones de canciones de Bob Dylan, Wolf Biermann y Curtis Mayfield.
¿Por qué decidió ponerle al álbum Volksbeat(“beat del pueblo”)?
Nina Hagen: Bueno, porque el latir del pueblo, el ritmo del pueblo, son sus canciones. Y siempre están los que dicen: ‘también Adolf Hilter utilizaba con frecuencia la palabra pueblo’ y esas cosas… Pero nosotros somos el pueblo. No importa qué loco se haya servido de la palabra ‘pueblo’ para lograr sus fines. ‘We are the people’, escribió Patti Smith. ‘Power to the people’, John Lennon. Nosotros somos el pueblo, y basta.
¿A qué se debe tanta presencia de los 70 en el álbum?
Esas canciones protesta no han perdido ni un ápice de actualidad. La guapa del programa en el que acabo de estar ha dicho que predico en el disco. Si eso es predicar, me siento orgullosa de ello. A lo mejor escucha así algún chaval por primera vez en su vida un sermón en condiciones. Porque yo creo que la juventud está un poco perdida. Está muy distraída con sus juguetes y no ve más allá de su horizonte. No se preocupa, por ejemplo, de los problemas en Oriente Medio.
Yo he estado desde la infancia muy influenciada por el antifascismo y la política. Mi padre era un antifascista que sobrevivió a la II Guerra Mundial, a la tortura nazi y a la dictadura, cosa que mi abuelo no hizo. Mi madre era una mujer fantástica que desde muy pequeña tocaba la guitarra y escribía una canción tras otra. Ésa es mi gente. Ellos me han puesto en este mundo. Por eso en mi música siempre hay un Volksbeat, aunque a veces lo llame de otra manera.
Y el mensaje del sermón es…
Quiero la verdad y nada más que la verdad. Quiero la paz y sólo la paz. Que el amor crezca y desaparezca el miedo. Exactamente lo que se dice en la canción de [Bertolt] Brecht Los ruegos de los niños, que es una oración, una oración hecha por niños. Ésa es la primera canción de Volksbeat. Y desde ese punto de vista, el disco es un grito de guerra y una oración por el desarme, tanto militar como humano, por una mayor implicación en la defensa de los derechos humanos.
Todo movimiento popular, así fue también en la RDA, ha adquirido una fuerza singular a través de la música. El movimiento popular de la RDA es único en la historia porque la gente se mostró increíblemente solidaria. Se congregó en las iglesias y las convirtió en lo que en realidad deben ser: lugares de encuentro para las personas, independientemente de la creencia que practiquen. Se reunían allí y salían todos los lunes a manifestarse pacíficamente. Y al final lograron que las negociaciones se saldaran a favor del pueblo.
El disco contiene versiones de canciones de Bob Dylan, Wolf Biermann y Curtis Mayfield, ¿son estos los artistas que más le han influenciado?
Son mis hermanos y quiero que vayan conmigo al cielo. Y hay muchísimos más, estos son sólo los que he escogido para el disco. En un CD no caben todos. Pero lo que queríamos demostrar con este álbum es que lo importante es serse fiel a sí mismo.
El año pasado publicó una biografía, ¿qué capítulo de su vida definiría como el más importante?
Mi vida hasta ahora ha sido maravillosa y por eso tenía que escribir un libro. Hay tantos idiotas a los que no se les ocurre nada mejor que escribir de Nina Hagen que que es ‘la chica de los escándalos’. ¿Qué clase de definición profesional es ésa? Si hubiera nacido hombre con huevos en lugar de ovarios me hubieran tratado con un poco más de respeto. Eso es algo que me parece muy interesante.
Autor: Marc Mühlenbrock/ Luna Bolívar
Editor: Enrique López