“Hay grandes posibilidades de llevarnos la copa”

DW: Señor Niersbach, ¿con qué imagen se quedaría del partido contra Portugal?

Wolfgang Niersbach: La imagen que más me ha impactado fue la de la gente en Alemania que salió a las calles a celebrar el resultado. ¡Fue algo grandioso! No nos podíamos haber imaginado un comienzo mejor que el que nos ha brindado la Selección en el pasado encuentro. Y encima contra un equipo que se encuentra anda menos que en el tercer puesto en la lista de los mejores del mundo. Durante el partido mismo me vino una idea a la cabeza: que era algo similar al primer partido contra Yugoslavia en el Mundial de 1990, en Milán. Y cuando lo comenté con Franz Beckenbauer por teléfono, él había tenido la misma idea. Los paralelismos eran evidentes: al igual que entonces, se trataba de una batalla que cualquiera de los dos equipos tenía las mismas posibilidades de ganar o perder, en la que nos enfrentábamos a un contrincante muy fuerte que no conocíamos del todo. En aquella ocasión, ese resultado tan bueno nos permitió empezar con una ventaja relativamente amplia. Esperamos que en este caso nos pase igual, sin por ello ignorar el peligro de los siguientes partidos.

Está claro que usted ha puesto el listón bien alto. ¿Cuál es el verdadero potencial de la Selección de Alemania?

Sin duda tiene potencial para llegar muy lejos. La clase y calidad de su juego con aparentes, así como el espíritu de equipo. Esto se notaba también en los vestuarios: no se apreciaba diferencia alguna entre el delantero Thomas Müller, que metió tres goles, y los jugadores sustitutos Roman Weidenfeller y Ron-Rober Zieler. Es un equipo de 23 jugadores. Es algo maravilloso observar la alegría con la que los sustitutos saltaron del banquillo para celebrar los goles. Esto es importante para un equipo, pero también lo es la suerte. A los portugueses no les salió nada bien: penaltis, expulsiones, lesiones. En fútbol, estas cosas suelen ir siempre de la mano.

El siguiente contrincante es Ghana, y su juego es marcadamente más robusto físicamente que el de los agotados portugueses. ¿Qué espera de este próximo partido?

Esta va a ser una batalla completamente diferente. Pero no necesito dar instrucciones a los entrenadores. Sé que este equipo ha estado bajo estricta observación, y que el entrenador de la Selección sabrá tomar las mejores decisiones en este partido. Claramente, somos los favoritos, pero en el Mundial 2010, cuando Mesut Özil consiguió el resultado de 1-0 contra Ghana en Johannesburgo, fue un encuentro realmente difícil. Además, estábamos especialmente nerviosos tras la derrota contra Serbia. Pero en esta ocasión, el equipo puede jugar con más libertad y confianza.

¿Cuál es su impresión del ambiente en el país anfitrión? ¿Ya se vive la fiebre del Mundial en Brasil?

Tuve la suerte de estar en Sao Paolo los primeros días del Mundial, y allí apenas se podía notar el ambiente. No se veían casi banderas o decoraciones por las calles, ni masas de gente de celebración. Quizás la ciudad es demasiado grande para ello. Pero en los estadios hay muchísimo ambiente, y la calidad de los partidos a los que he podido acudir es muy alta. No puedo evitar recordar el Mundial de 2006 en Alemania, en el que el ambiente salía de los estadios y llegaba hasta los últimos rincones de la república. Aquí echo de menos un poco esa generalización. Pero, al menos aquí, en Santo André, uno se siente en pleno paraíso del Mundial.

Wolfgang Niersbach es desde 2012 presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB, por sus siglas en alemán), que con sus 6,8 millones de miembros, es considerada la sociedad deportiva nacional más grande del mundo.

Autor: Joscha Weber / lab
Editor: Enrique López