¿Necesita Europa realmente el gasoducto ruso Nord Stream 2?
9 de septiembre de 2020A pesar de que la canciller Angela Merkel lo siga afirmando desde hace tiempo: el gasoducto Nord Stream nunca fue un proyecto puramente económico.
Ciertamente, los argumentos económicos se han presentado una y otra vez: el gas ruso debería compensar la disminución de la producción en Noruega, los Países Bajos y otros países europeos, y también permitir el cambio energético alemán con la salida de la energía nuclear y el carbón. Pero Rusia estaba interesada principalmente en el acceso directo a Alemania, sin depender de países de tránsito como Ucrania o Polonia.
El gas fluye a través del gasoducto durante casi nueve años. El gasoducto Nord Stream 2, que cuya concreción está siendo debatida actualmente, y a al que solo le faltan unos 100 kilómetros para su finalización, debería duplicar su capacidad hasta llegar a los 110.000 millones de metros cúbicos.
Pero esa cantidad adicional de gas no es realmente necesaria. "El Nord Stream 2 no es indispensable para la seguridad del suministro en Alemania y Europa", dice Christoph Weber, profesor de Economía Energética en la Universidad de Duisburg-Essen. "Hay acceso al gas natural de varias fuentes, ya sea de Noruega, EE. UU. o del norte de África", dice Weber a DW.
"Innecesario, perjudicial, no rentable"
Marc Oliver Bettzüge, director del Instituto de Economía Energética (EWI) de la Universidad de Colonia, tampoco ve ninguna brecha en el suministro si el Nord Stream 2 no se concretara.
A la inversa, los efectos positivos del oleoducto también serían limitados si se completase. Los precios del gas en Europa caerían entonces "notablemente, aunque no dramáticamente", dijo Bettzzüge en entrevista con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), por "alrededor de un cinco por ciento".
El veredicto de los expertos en energía del renombrado Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) es más duro. El Nord Stream 2 es "innecesario en términos de energía, perjudicial para el medio ambiente y poco rentable desde el punto de vista empresarial", comenta Klaudia Kempfert, coautora de un estudio de 2018 de dicho instituto.
A diferencia de Nord Stream 1, en la que participan empresas europeas como la alemana Eon y la francesa Engie, Gazprom es propietaria del 100% de la empresa operadora de Nord Stream 2.
Entonces, ¿existe el peligro de que Rusia utilice sus suministros de energía como instrumento de presión? Timm Kehler, presidente de Zukunft Erdgas (Futuro Gas Natural) , una asociación industrial, cree que esto es muy posible."El gas natural ruso representa alrededor del 40 por ciento del consumo de gas natural en la UE", dijo al periódico alemán Handelsblatt. "Estas cantidades no pueden ser reemplazadas rápidamente". En Alemania, el gas ruso representa incluso la mitad del consumo total.
Una cuestión de valores
Entonces, ¿qué hacer? "El trabajo de la política es decidir en estas situaciones difíciles. ¿Qué alianzas son importantes?" pregunta el economista Weber. "Como científico, solo te centras en un solo aspecto".
Weber entiende las demandas de detener el proyecto Nord Stream 2. "Personalmente, creo que Alemania y Europa, como comunidad de valores, también deben defenderlos. Esto puede incluir, en casos extremos, tal decisión.
Sin embargo, este es un argumento que, tradicionalmente, recibe poca atención en la política. Después de que el periodista Jamal Kashoggi fuera asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, en 2018, Alemania solo suspendió brevemente sus exportaciones de armas al país. Ni siquiera hubo un debate sobre no comprar petróleo a los saudíes como castigo.
(gg/cp)