Navidad por Internet en Alemania: alegría y poca recompensa
12 de diciembre de 2018En Alemania, el número de paquetes enviados durante la época navideña va a aumentar en hasta 30 millones de paquetes adicionales en relación al año pasado. Ese fue el resultado de una estimación de la Asociación Federal de Paquetería y Logística Express (BIEK, por sus siglas en alemán). La empresa Hermes, la cual cuenta con una cuota de mercado de un 14% en el país, estima que durante la época navideña de este año entregará 2,2 millones de paquetes por día.
Para Arthur comienza la época más estresante del año. Desde hace un año, el ruso de 31 años trabaja como repartidor de paquetes para Hermes en una planta de distribución cerca de la ciudad alemana de Bonn. “Es posible entregar de 20 a 30 paquetes por hora, pero eso depende de la zona que a uno le toque”, afirma Arthur al ordenar sus paquetes del día. Eso es un paquete entregado cada dos minutos, el tiempo máximo que un repartidor de paquetes de Hermes esperará tras tocar el timbre. Si no es posible entregar el paquete donde los vecinos, deberá llevar el paquete de regreso al centro de distribución e intentarlo el próximo día. Si este proceso se repite tres veces, el paquete vuelve al depósito. El cliente entonces tiene que llamar a la empresa para coordinar la entrega.
Una jornada con Arthur
11:15 a.m El repartidor termina de ordenar los paquetes de sus zonas en la camioneta. Hoy está a cargo de las zonas 11,12 y 21. La meta del día son 67 paquetes que tiene que repartir en 8 horas. Algunos días le toca repartir más del doble, entre 120 y 130 paquetes. Él es uno de los 110 repartidores que trabajan en el centro de distribución entre Colonia y Bonn y está contratado directamente por la empresa. 60% de sus colegas en el centro tienen el mismo contrato, el 40% restante, sin embargo, trabaja para subcontratistas. Mientras que los repartidores de Hermes reciben 12,80 Euros por hora de trabajo, los otros repartidores reciben 9,50 Euros por hora, apenas 66 centavos sobre el sueldo mínimo en Alemania.
11:40 a.m Debido a que algunas empresas solo reciben paquetes hasta las 13 horas, las entregas a particulares se realizan después de las destinadas a las compañías. Los destinatarios de los paquetes son tan diversos como las cosas que se envían por correo: ropa, utensilios de cocina, juegos para niños, libros, vino. Para Hakan Yildiz, el jefe de la planta de distribución de TNK Logistics que coopera con Hermes, es una “evolución cada vez más extrema en tiempos de la digitalización”. Para él, los precios bajos del servicio de envío de paquetes en relación a otros países europeos explica el boom de compras por internet. “Debido a que es un mercado en constante crecimiento, tendremos un gran problema a futuro”, agrega.
Una mujer le dice por el altavoz que va a demorar algo "porque no puedo caminar”. Arthur la espera sabiendo que tendrá menos tiempo para repartir el resto de los paquetes. Ella agradece. Otro destinatario no se encuentra en casa, Arthur sube a la tercera planta tras tocar el timbre de una vecina. Ella abre la puerta, pero no entiende alemán. Aya, una vecina abre la puerta y recibe el paquete. Ahora solo habrá que notificar al destinatario con un papelito en su casilla postal.
12:10 p.m. Con un “tú sabes que no puedes entrar con tu auto acá, ¿no?”, lo recibe un hombre fumando. El hombre lo sigue increpando: “Imagínate que chocas a un niño”, repite, mientras que Arthur se dirige a repartir el próximo paquete. “Si vivieras acá, no lo harías”, es lo último que increpa al repartidor. Arthur mantiene la calma y responde que no volverá a entrar con su auto. Los autos de los repartidores de correos cuentan con permisos especiales para entrar a propiedades privadas como condominios.
12:30 p.m. No todos piden paquetes pequeños. Hoy tiene que repartir cajas con vinos y una alfombra, algo que cambiará en los próximos días. “Los días lunes siempre son más tranquilos”, cuenta Arthur a DW. “Miércoles y jueves son más pesados y nos toca repartir paquetes más grandes”.
12:50 p.m. Faltan aún 29 paquetes, pero primero es tiempo de comer algo. Dos rosquillas y una bebida energética para el camino. ¿Tiene ganas de continuar en Hermes por más tiempo? “Actualmente aún puedo aguantar, tengo energía”. Es un trabajo duro, de mucho estrés, admite.
14:15 p.m. De los 67 paquetes que le tocaron entregar en una jornada, cinco no pudieron ser recogidos por sus destinatarios o sus vecinos. Además retiró 4 paquetes de “devolución”, que son enviados de regreso. “Independientemente del trabajo que hagas, tiene que gustarte, y a mí me gusta”, dice Arthur al entregar el último paquete.
La mayoría de los destinatarios son simpáticos, pero el agradecimiento pocas veces se manifiesta con una propina. “En un buen día me dan 5 euros de propina, a veces la gente da 50 centavos o un euro”, afirma Arthur. Durante toda la jornada, una mujer sola bajó con un billete de 5 euros a recibir dos paquetes de vino italiano. Al percatarse que son “solo” dos paquetes, no se lo entrega. Habría sido la única propina del día.
(bag/el)
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