Navidad en el Santo Sepulcro
24 de diciembre de 2011Los Nusseibeh son una antiquísima familia musulmana cuyos orígenes se remontan a los tiempos del profeta Mahoma, fundador del Islam. El clan Nusseibeh conserva las llaves de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Dos horas después del ocaso, ellos encierran a los monjes dentro de la iglesia y los dejan salir poco antes de que amanezca, todos los días, como lo han venido haciendo sus ancestros durante siglos.
Hoy día, Wajih Nusseibeh es el guardián de la iglesia. “Es una responsabilidad transmitida de padre a hijo, desde la primera vez que los musulmanes conquistaron Jerusalén en el siglo siete”, comenta Nusseibeh en entrevista con Deutsche Welle. “Hemos custodiado la iglesia durante 1.300 años. Hubo un período de 88 años en que no pudimos hacerlo porque los caballeros cruzados cristianos dominaron Jerusalén en el siglo XII."
Seis grupos cristianos comparten el Santo Sepulcro
Antes de asumir el rol de centinela de la iglesia, Nusseibeh tenía un comercio de aparatos electrónicos. Su hijo, que hoy día es peluquero, heredará las llaves de la iglesia algún día y deberá comprometerse a levantarse a las 3:30 o 4 de la madrugada todos los días para atravesar la ciudad y abrir las puertas del templo. “Así es la vida”, dice Nusseibeh. “Además, los musulmanes también creemos que Jesús es uno de los profetas más importantes”.
El Santo Sepulcro fue construido en el lugar donde los cristianos creen que Jesús murió crucificado y resucitó poco después. La iglesia es compartida por seis confesiones religiosas con raíces cristianas –los griegos ortodoxos, los armenios, los católicos, los coptos, los sirios y los etíopes– que, pese a su origen común, tienen serias dificultades para ponerse de acuerdo en torno a materias prácticas como el mantenimiento del templo.
¿Por qué están las llaves de la iglesia en manos musulmanas?
Para el padre Fergus Clarke, uno de los monjes franciscanos que vive dentro de la iglesia, la tradición según la cual las llaves del Santo Sepulcro deben estar en manos musulmanas se instauró en un momento en el que el Islam buscaba demostrar su superioridad frente al cristianismo: “Ellos le dieron las llaves a una de sus familias y cerraron todos los accesos menos uno para poder controlar la puerta de la iglesia cristiana más importante”.
No obstante, hay otra razón –una de gran actualidad– para explicar que sea una familia musulmana la que tiene en sus manos la llave del Santo Sepulcro. Las diferencias entre los grupos religiosos que comparten la iglesia son muy marcadas; todos temen que, si uno de ellos llegara a controlar las llaves del Santo Sepulcro, dejaría afuera a los demás. Así lo explica Nusseibeh: “Cada grupo se cree amo y señor de la iglesia”.
Venerando a dios, cada quien a su manera
A veces, las divergencias entre los miembros de una confesión y otra pueden acabar en enfrentamientos violentos. Hace tres años, durante la procesión de Pascua, se armó una trifulca entre monjes armenios y ortodoxos griegos; dos monjes fueron arrestados y otros dos hospitalizados. Para Clarke, es un milagro que eso no ocurra con mayor frecuencia, considerando el contraste de idiomas, culturas y convicciones religiosas.
Pese a las desavenencias cotidianas entre los distintos grupos que habitan el templo, el Santo Sepulcro de Jerusalén es el único lugar del mundo en donde las iglesias de Oriente y Occidente veneran al mismo dios bajo el mismo techo y al mismo tiempo. Y esa es una de las cosas que atrae en masa a los peregrinos, quienes por lo general no se percatan de las rencillas internas.
Autores: Irris Makler / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López