Naomi Osaka en Netflix: el nacionalismo en las Olimpíadas
14 de julio de 2021Ahora también esto: una muñeca Barbie con melena desgreñada que viste un equipo de tenis del Abierto de Australia de 2020. Muy parecida a Naomi Osaka cuando lleva el pelo suelto. Más blanca que la tenista, delgada, sin mácula alguna, y por eso también lejos de ser natural. Así podría describirse la esencia de este nuevo juguete. El hecho de que la tenista Naomi Osaka, un mes antes de iniciarse los Juegos Olímpicos en su país natal, le preste su fama a una Barbie, es el colmo. Y sin embargo, esto apenas es el comienzo.
Quien se ocupe de seguir la carrera de Naomi Osaka se topará con la fecha del 8 de septiembre de 2018. Ese día fatal, Osaka ganó la final del Abierto de Estados Unidos con gran superioridad. Pero gran parte de los más de 23.000 espectadores la abuchearon porque querían ver ganar a otra mujer, que, además, provocó un escándalo por su actitud contra el árbitro: Serena Williams. Si bien Osaka había ganado, y nada menos que su mayor título, lloraba y parecía una pobre muchacha rica.
¡Serena! En realidad, no corresponde llamar a las y los deportistas por su nombre de pila. Pero en lo que respecta a esta gran figura del tenis, eso se hizo costumbre. Serena, o también Roger, o Rafa. Quien visite la página web de Naomi Osaka -la de Estados Unidos, no la japonesa, ya que tiene una para cada huso horario y cada idioma- verá que los hábiles responsables de marketing del grupo IMG quieren que ahora la tenista nipona también sea conocida por su nombre. En la parte superior de la página se ve su imagen, y debajo, en grandes letras: NAOMI. Solo eso.
La deportista profesional lleva puesta ropa de Louis Vuitton, ya que ella es el rostro de esa marca francesa de moda, así como de la marca estadounidense de jeans Levi's. En el campo de tenis usa zapatillas Nike, lleva un caro reloj Heuer en la muñeca, y auriculares de Beats. Perdón a todos los patrocinadores que no han sido mencionados. Las revistas The New Yorker y Sportico cifran las ganancias de Naomi Osaka en el año pasado en más de 50.000 millones de dólares, con lo cual pasa a ser la mujer atleta mejor paga de la historia del deporte. Ganó dos veces el Abierto de Australia y dos veces el Abierto de EE. UU. Es la segunda en la clasificación del tenis mundial. Y solo tiene 23 años. ¡Perdón, Serena!
¿Cómo se siente realmente Naomi Osaka?
"I'll see you when I see you”: así se había despedido la tenista de sus fan en Twitter, cuando, debido a las presiones y a su depresión, decidió no hablar más con periodistas en la conferencia de prensa durante el Abierto de París. Y se refirió a la depresión que la torturaba. Pero la frase, que significa "Nos vemos cuando yo lo decida” no explica lo que siente realmente esta joven mujer.
Ya en ese momento parecía claro, sin embargo, cuándo la mayoría de sus seguidores iba a volver a ver a Naomi. "Only on Netflix – 16 de julio”: así anunció ese servicio de streaming un documental que narra el camino de la joven tenista hacia la cima del deporte, en el acostumbrado tono de la saga de una heroína.
En el film se ve a la madre de Naomi, Tamaki Osaka, que hace horas extra y duerme en su automóvil para poder llevar adelante la vida de su hija. También está presente su padre, el haitiano Leonard Francois, que le transmitió el orgullo de su proveniencia, y se impuso ante muchos prejuicios sobre que su hija jamás llegaría tan lejos. Y a la misma Naomi Osaka, que lucha contra el racismo, en Estados Unidos y en todas partes. Y con eso se cierra el círculo hacia las Olimpíadas.
La muchacha de la portada de Vogue
En japón se espera que Naomi sea una de las caras de los Juegos Olímpicos. Ahora está en la portada de la Vogue francesa, la biblia de la moda, que se esfuerza por mostrar más diversidad en todo el mundo. ¿Llevará Osaka incluso la bandera de Japón en Tokio? "Te veré cuando te vea”, parece ser la respuesta. Para esta joven nacida en la ciudad occidental nipona de Osaka, ese sería el mayor honor. Y una señal de autoestima. Su abuelo, según cuenta la historia, echó a su madre de la casa porque se casó con un hombre de piel oscura.
"¿Quién soy cuando no juego tenis?"
En japonés existe una palabra fea. "Hafu”: medio japonés, medio extranjero. No un japonés como los demás. Una palabra racista.
Según cuenta Naomi en el film de Netflix a la directora del documental, Garret Bradley, durante mucho tiempo, su valor como persona fue medido por sus éxitos deportivos. Sin embargo, la pregunta fundamental es, según ella: "¿Qué soy cuando no soy una buena tenista?” La frase deja eco. Cuando pasen los días de las Olimpíadas en Tokio, sabremos tal vez un poco más.
(cp/ers)