Nacionalistas escoceses plantearán creación de nueva moneda
4 de marzo de 2019El Partido Nacionalista Escocés (SNP) votará en su congreso del mes próximo el programa económico que presentará si se celebra un segundo referéndum de independencia del Reino Unido, en el que se plantea la creación de una nueva moneda, reveló (04.03.2019) el periódico The National.
Según el rotativo escocés, el partido que dirige la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, presentará una moción de cuatro páginas en su congreso de primavera, en la que se expondrán los principales argumentos financieros que defenderán si los escoceses vuelven a las urnas.
En pleno debate sobre la posible convocatoria de un segundo plebiscito, después del que la región celebró en 2014 y en que el 55 por ciento rechazó la separación, la independencia será el tema clave de este encuentro, que se celebrará el 27 y 28 de abril en Edimburgo.
Está previsto que la resolución incluya los principales puntos del informe económico que la Comisión de Crecimiento, encabezada por el economista Andrew Wilson, publicó en mayo del año pasado con el fin de relanzar el debate sobre un segundo plebiscito. Su medida estrella y la que ha generado mayor controversia es la creación de una nueva moneda, tras un periodo de transición de al menos una década en que se seguiría usando la libra esterlina.
Esta propuesta, que es nueva y no fue defendida durante la campaña de 2014, es considerada por algunos analistas como un aspecto esencial que contribuyó a la victoria de la permanencia en el Reino Unido ante el temor que generaba seguir usando la libra esterlina cuando ya no se formase parte del país.
La moción, planteada por el ministro escocés de Finanzas, Derek Mackay, y el vicepresidente del SNP, Keith Brown, defenderá Escocia como "una nación próspera y exitosa, con importantes ventajas y activos económicos como vastos recursos naturales, las habilidades de sus habitantes y una gama de sectores con competitividad global". El documento señala además el buen estado económico del que gozan países pequeños como Dinamarca, Nueva Zelanda e Irlanda como argumento de lo que podría ser Escocia en el caso de convertirse en independiente.
La política económica es una de las cuestiones que más desacuerdos genera dentro de la formación, ya que algunos de sus miembros consideran que este plan conllevará necesariamente la implementación de medidas de austeridad y recorte del gasto público en beneficio de la reducción del déficit. (EFE)