México venció a Alemania en una Moscú verde
17 de junio de 2018México le ganó 1 a 0 a Alemania en una Moscú inundada por una marea verde. El resultado sorprendió a todos. El equipo mexicano no llegaba en su mejor momento y en el primer partido del Mundial Rusia 2018 debía enfrentar ni más ni menos que a Alemania. Pero contra todos los pronósticos, en un partido de ida y vuelta, los latinoamericanos vencieron con gol de Hirving Lozano por 1 a 0 al campeón actual y quedaron así punteros del grupo F, que comparten con Corea del Sur y Suecia.
El partido se jugó en un Luzhniki repleto donde los hinchas del Tri se hicieron sentir. La euforia era lógica, más aún luego de las dudas previas: "Espero que se pongan la camiseta como nunca y que ganemos. La selección no está jugando bien, pero así somos siempre. Yo creo que pasamos a la segunda ronda y ahí nos tocaría jugar contra Brasil. Y bueno, con este equipo ahí nos vamos a quedar”, aseguraba a DW Edel Padilla (de Monterrey) que llevaba un gorro con forma de cactus y una gran bandera mexicana en la mano, exactamente detrás de la Catedral de San Basilio, a metros del Kremlin, algunas horas antes de que arrancara el partido.
En la zona también estaba Juan Solís, de 26 años, con el clásico y enorme sombrero mexicano. Juan buscó boletos para ver al "Tri” en la segunda fase de ventas pero no consiguió. Y como Islandia le había robado el corazón en la última Eurocopa, ahora planea seguir a esta selección a todas partes. El sábado, fue al estadio aquí en Moscú para ver al equipo ante Argentina y hasta planea viajar a Volgogrado para estar cuando juegue contra Nigeria y por último en Rostov del Don para presenciar el partido ante Croacia.
Juan hubiera podido cambiar o vender su entrada contra Argentina que cotizaba arriba de los 600 dólares en el mercado negro. Pero prefirió quedársela para ver a Lionel Messi: "Sé que hubiera podido cambiarla pero no quise. Nunca había visto a Messi y además quiero seguir a Islandia que es en definitiva la selección por la que vine al Mundial. Además, México está jugando muy mal y siento que contra Alemania no van a hacer un buen partido”.
Juan tuvo un fin de semana glorioso al tumbar a dos candidatos. Primero, un histórico empate ante Argentina y hoy, un triunfazo ante el último campeón del Mundo.
Moscú latina
Hace una semana Moscú está repleta de latinoamericanos. Son los que más se sienten, por lejos. También suenan los marroquíes, los iraníes y los egipcios, pero el color es fundamentalmente brasileño, mexicano, argentino, colombiano y peruano. Según las estadísticas de la FIFA, esos cinco países están entre los ocho que más entradas compraron para este Mundial.
Los locales fueron los que más entradas adquirieron, pero lo curioso es que con algo más de 88 mil, los estadounidenses figuran segundos en la lista, a pesar de no haber clasificado. Por las calles de Moscú tampoco hay banderas de Estados Unidos.
En paralelo, hubo ya algunos partidos para los cuales oficialmente se vendieron todas las entradas; sin embargo, al momento del inicio del juego fueron varios los asientos vacíos. Es el caso, por ejemplo, del partido entre Uruguay y Egipto en Ekaterimburgo por el que la FIFA abrió una investigación especial. El Gobierno ruso impuso que para ingresar a los estadios, además de una entrada válida, haga falta un pasaporte especial del hincha, que también funciona de visa para ingresar al país. Sin embargo, todo indica que el negocio de la reventa está vivo también en Rusia 2018.
Los alemanes van y vienen
A diferencia de los hinchas latinoamericanos, los europeos no llegan a Rusia para vivir todo el Mundial sino que vienen para eventos puntuales. Así lo hicieron los islandeses, que recién aparecieron en masa en Moscú en la noche previa al partido del sábado (16.06.2018) contra Argentina. Algo similar sucedió con muchos alemanes que a tan solo tres horas de avión planificaron el Mundial para llegar específicamente a los partidos y por no más de un par de noches.
Es la historia de Andreas Leupolz, de 52 años, quien posa junto a su esposa para las cámaras con su cresta punk pintada con los colores de la bandera alemana. "Estamos acá por el partido. Llegamos ayer y el martes ya volvemos a casa”, cuenta a DW.
Sobre la peatonal Nikolskaya, el epicentro de la fiesta futbolística en Moscú, Dirk Babek y sus dos amigos de Colonia se sacan fotos con hinchas de Corea del Sur. Su historia es similar: dos de ellos viajaron a Moscú exclusivamente para ver a su selección ante México para al otro día retornar a Alemania.
Babek aprovecha la oportunidad para pulir su ruso, ya medio oxidado por el paso del tiempo. Es que entre 1990 y 1993, en plena adolescencia, le tocó vivir en Rusia porque su padre era diplomático. "La ciudad cambió masivamente en 25 años. Todo es distinto. Las calles son más amplias, es mucho más limpia. Sinceramente, no la puedo reconocer”, confiesa.
La semana que viene, Babek tendrá también la posibilidad de comparar sus recuerdos de aquella San Petersburgo con la actual, porque tiene entradas y un vuelo exprés para ver a Brasil ante Costa Rica.
Diego González (Moscú) (RRR).
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