México, un retroceso de dos décadas en la justicia social
26 de enero de 2021Levantarse a diario a las 5 de la mañana, para llegar a su trabajo a las ocho, ya es parte de la rutina de Carmen G, una alegre cuidadora enfermera de 37 años que atiende a ancianos y enfermos a domicilio en plena pandemia. Vive con su familia en las afueras de la Ciudad de México, en Iztapalapa, una de las delegaciones más golpeadas por la propagación del virus.
"Tan solo en mi calle han muerto unos 15 vecinos, la mayoría eran adultos, que padecían diabetes, hipertensión y cáncer, como cerraron los hospitales para afecciones que no fueran Covid, se quedaron sin atención", afirma Carmen en conversación con DW. La pandemia ha evidenciado la injusticia social preexistente en el país de 130 millones de habitantes. La falta de servicios de salud y de educación van de la mano de la carencia de empleos y de la pobreza, a lo que se suma ahora una creciente inseguridad.
Carmen es afortunada de tener un empleo. Pese a estar en el sector informal, tiene mejores ingresos que el salario mínimo, lo que le ha permitido ser el soporte de su familia en estos meses de crisis, cuando su marido se vio afectado por los recortes laborales.
Según un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el total de empleos en riesgo por la pandemia rebasa los 24 millones, lo que representa el 44% del empleo total en México. La crisis tendrá consecuencias y efectos sin precedentes, advierte el organismo.
Secuelas de la pandemia
Jorge Garza Rodríguez,investigador de la Universidad de Monterrey, advierte que en términos económicos la pandemia tendrá secuelas devastadoras, que significan un retroceso de dos décadas. "Debió haberse aumentado el gasto público en programas específicos para apoyo al empleo en particular, y no se hizo. Los países que mejor han manejado la pandemia son los que mejor se van a recuperar. Lamentablemente nosotros no estamos en esas listas", afirma en conversación con DW.
El doctor en Economía por la Universidad de Missouri-Columbia, sostiene que la pérdida de empleos tiene un impacto directo sobre la pobreza. "Si el Producto Interno Bruto (PIB) cae en un 9 por ciento o más este año, y luego se recupera en un 2 por ciento, como prevé la mayoría de los economistas, tardará varios años en recuperarse el nivel del PIB, lo que aumentará la pobreza", afirma.
Garza Rodríguez ha publicado numerosas investigaciones en torno a la pobreza, y afirma que por cada 1% en la tasa de crecimiento económico, el consumo per cápita aumenta en 2,4%. Pero el efecto devastador se produce cuando el crecimiento cae en niveles de 9% o más. El experto cita una estimación de BBVA. "Suponiendo que el PIB caerá en 12%, la pobreza alcanzaría el 61,9% de la población mexicana, mientras que la tasa de pobreza extrema casi se duplicaría, afectando a un 31,2% de la población del país".
"Estoy seguro de que la magnitud de la pobreza va a coincidir con estos pronósticos numéricos. La disminución de la actividad económica provoca un desempleo tremendo, y aumentará la injusticia social", afirma.
Mayor concentración de la riqueza
"Se trata de la mayor contracción económica desde la Gran Depresión", afirma el académico, aludiendo a la gran crisis del siglo XX, que afectó a numerosos países y demostró la magnitud del deterioro que puede provocar un suceso a escala mundial. "En México está provocando mucha pobreza y el gobierno no ha implementado políticas para preservar el empleo".
El investigador afirma que las regiones más afectadas son el sur de México, cuyo rezago viene desde siglos atrás, en donde la escolaridad es también la más baja y en donde la pobreza es multifactorial.
México se encuentra entre los primeros 15 países con mayores niveles de desigualdad, según el coeficiente de Gini, elaborado por el Banco Mundial, que mide la desigualdad de los ingresos. El 10 por ciento de la población más pobre vive con 28 pesos diarios (poco más de 1 euro), lo que significa que unos 12.5 millones de personas no tienen suficientes ingresos para comprar la canasta alimentaria en zonas rurales (Inegi), una cifra que aumentará por la pandemia.
La histórica desigualdad aumentará
Según un reporte de Oxfam, los seis mayores multimillonarios mexicanos concentran mayor riqueza que la mitad de la población, unos 62,5 millones, que vive en la pobreza. Según dicho informe, la brecha de la desigualdad en México es 38 veces más alta que la del promedio mundial. Según el listado de la revista estadounidense Forbes (2019), el primer lugar lo ocupa Carlos Slim (América Móvil), seguido de Germán Larrea (Grupo México), y Ricardo Salinas (TV Azteca).
El economista Jorge Garza Rodríguez afirma que cuando escribió su tesis de doctorado con datos de 1996, México era uno de los países más desiguales del mundo. "Ahora no creo que estemos muy lejos de eso. Sabemos que de entrada los más adinerados pagan menos impuestos de lo que deberían, sigue habiendo una concentración de la riqueza y del ingreso. Hay mucho qué hacer para aplicar mayores impuestos a las personas de mayores ingresos, sobre todo de mayor riqueza. Pero con el objetivo de redistribuir esos recursos de manera eficiente, que permita mayores capacidades educativas y programas de salud que beneficien a la población".
Carmen afirma que desde la pandemia no hay trabajo. "Antes yo pensaba que sí había empleos, pero que la gente no quería trabajar, que eran selectivos. Mis papás nos inculcaron que había que trabajar aunque sea en algo que no te guste, porque lo principal es comer. Ahora se ve en las redes sociales que la gente pide trabajar de lo que sea, y aún así no encuentra. Hay mucha gente en esa situación".
(er)