México ante un posible cambio de rumbo
28 de junio de 2018El pasado miércoles, 90.000 personas celebraron con cánticos en Ciudad de México al líder en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento por la Renovación Nacional (Morena). López Obrador anunció duras sanciones para políticos corruptos, cero aumentos de impuestos, así como una política económica centrada en el mercado interior. Su contrincante, Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), se mostró combativo en Guanajuato: "A pesar de los infames ataques de nuestros oponentes, nos mantenemos en pie. Somos la única opción para el futuro". En Coahuila, en el norte de México, José Antonio Meade, del partido gobernante de la Revolución Institucional (PRI), prometió más seguridad y calificó a López Obrador como un "peligro autoritario".
La cuenta atrás para las elecciones presidenciales del domingo ha comenzado. Por primera vez, podría ganar un candidato ante quien tiemblan las elites, que lo suelen comparar con el expresidente venezolano Hugo Chávez. Se trata del tercer intento de López Obrador de lograr la presidencia. Según las encuestas, esta vez se encuentra entre 10 y 18 puntos por delante de su perseguidor más cercano, Anaya.
Huele a cambio
Esto se debe, por un lado, a los escasos éxitos de los gobiernos predecesores del PAN y del PRIy, por otro, al lazo emocional que el carismático candidato mantiene con sus electores. El hecho de que no tuviera miedo de romper con partidos (1988 con el PRI y 2012 con el Partido de la Revolución Democrática) cuando ellos contradecían sus convicciones lo convirtió en un marginado. Un hecho del que ahora se beneficia dentro de un marco de escepticismo general hacia los políticos tradicionales.
"Necesitamos un cambio. Los políticos se meten el dinero en sus propios bolsillos, han instigado la guerra de las drogas y la gente está sufriendo", dice David Pérez, estudiante de música de 27 años, quien votará por López Obrador. "López Obrador arruinará la economía, y entonces todo empeorará. Por eso prefiero a Anaya, que es más joven y tiene un programa más moderno", dice por su parte Tania González, quien vota por primera vez.
Ricardo Anaya, el candidato favorito del mundo empresarial, llevó a cabo una campaña electoral agresiva y costosa y presenta un programa bien elaborado. Sin embargo, el ambicioso político de 39 años no acaba de convencer a los votantes, según las últimas encuestas. A eso se suman acusaciones de lavado de dinero, su imagen de "yuppie" y disputas internas en su coalición. De todos modos, su equipo de campaña sigue rezando por un milagro y por el apoyo de buena parte del 20 por ciento de indecisos.
En tercer lugar en las encuestas se encuentra José Antonio Meade. A pesar de ser considerado un tecnócrata con integridad, pesan sobre él los escándalos de corrupción de los últimos años bajo el presidente Enrique Peña Nieto (PRI). Meade no tiene carisma y la base del PRI no está muy contenta con un candidato que no es miembro del partido. Todo esto podría conducir al peor resultado del PRI en su historia. El mandato de Peña Nieto (2012-2018), en su día celebrado como el regreso triunfal del PRI, sería entonces, desde una perspectiva histórica, no más que una nota a pie de página en el declive progresivo del partido antiguamente omnipotente.
Exigencias y esperanzas de la nueva clase media
El Movimiento de Renovación Nacional de López Obrador podría convertirse en la facción más fuerte en el Congreso. Pero incluye a curiosos socios, desde evangelistas conservadores, hasta ex políticos del PAN y del PRI y excomunistas. Nadie sabe a dónde conducirá eso. López Obrador es actualmente el factor aglutinante que prima sobre las diferencias y sobre quien los mexicanos proyectan su esperanza de que el pastel de la prosperidad se distribuya de manera más justa.
La economía mexicana creció en los últimos doce años en un dos por ciento anual. El país se industrializó y se convirtió en el cuarto mayor exportador de automóviles a nivel mundial. Sin embargo, en el mismo tiempo se duplicó la tasa de homicidios, y a causa de la alta inflación de 4.5 por ciento, los salarios reales cayeron y la pobreza se mantiene en un 36 por ciento. Especialmente la educación y la asistencia sanitaria no progresaron lo suficiente como para satisfacer las crecientes exigencias de la nueva clase media.
Autora: Sandra Weiss (GG/ER)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |