Mundial Femenino 201: experiencia frustrante para la comunidad lesbiana
9 de julio de 2011La apertura deseada simplemente no se hizo presente, el tema del lesbianismo en el fútbol fue ignorado, oficialmente el Mundial fue en toda su extensión “femenino” y no ofreció una plataforma para que la sexualidad de las jugadoras y las aficionadas se discutiera y aceptara.
A poco tiempo del final del evento, también en Fráncfort, la comunidad lesbiana alemana se reunirá en el simposio “Identidad Sexual en el Fútbol Femenino” para hacer un balance de los efectos del evento en su lucha por ser aceptadas y eliminar cualquier tipo de discriminación. Hablamos con una de las organizadoras, la sicologa deportiva y autora Claudia Bender, sobre Alemania 2011, desde la perspectiva del lesbianismo.
Señora Bender, usualmente se establece una relación entre el fútbol femenino y el lesbianismo, pero siendo sinceros, ¿hay jugadoras lesbianas?
Claro que en el Mundial hay lesbianas, el problema es que no se reconocen como tal por la presión externa. En la selección alemana, por ejemplo, la arquero Nadine Angerer es la que con mayor valentía ha hablado de su sexualidad, aunque de otro lado, para maquillarlo un poco, en público dice ser bisexual.
Pero de lesbianas en el Mundial no se escuchó nada
El Mundial intentó vender otra imagen, una más “femenina” que se ajustó a los conceptos de los interesados, a los objetivos de mercadeo y promoción, negando que detrás de esa imagen hay mujeres lesbianas que no se declaran abiertamente como tal para poder pasar en el cuadro.
Entonces es real el mito que enlaza al lesbianismo con el fútbol femenino
Sí, el lesbianismo juega un papel importante en el fútbol femenino, y viceversa. El fútbol es un deporte en el que las lesbianas buscan una plataforma donde vivir un sentimiento de grupo, de luchar conjuntamente por una victoria. Lamentablemente faltan estudios que ratifiquen ese aspecto. De otra parte, no todas las jugadoras son lesbianas, por eso es aún más importante que exista claridad, que se les permita expresarlo a aquellas que lo son.
Y en el Mundial Alemania 2011 no se les concedió ese espacio
Muchas chicas, lesbianas y heterosexuales, esperaban en el Mundial un reconocimiento al tema de la sexualidad en el fútbol femenino, una oportunidad para hacer claridad sobre determinados aspectos que para ellas son importantes. Para ellas este Alemania 2011 fue un fracaso pues el tema fue ignorado por completo, anulado del programa. Se tuvo una posibilidad grande de aclarar ciertos aspectos y no se aprovechó.
¿Por qué?
Alemania decidió presentarse como una selección heterosexual, la idea del lesbianismo fue erradicada por completo para evitar ser marginados y perder el apoyo de los patrocinadores.
¿De qué manera se hizo esto evidente?
Veamos el caso de Estados Unidos, donde nadie pretendió vender una imagen “femenina”, sus jugadoras se presentaron como atletas y punto. Las alemanas, por su parte, optaron por destacar la belleza y la delicadeza, uno de sus simbolos fue Fatmire Bajramaj, y poco se habló de las parejas sentimentales de las jugadoras, como sucede con la selección masculina, y cuando ésto aconteció entonces sólo se mostró a aquellas que tienen novios hombres. ¿y el resto?.
Lo que nos permite deducir que para la comunidad lesbiana en Alemania el Mundial deja un sabor agridulce
Si se quiere ver desde la perspectiva negativa entonces hay que decirlo así: el Mundial Femenino Alemania 2011 fue una experiencia frustrante para la comunidad lesbiana. Se nos arrebató la posibilidad de tener modelos y figuras de reconocimiento que nos hubieran ayudado mucho a crear un mejor ambiente de respeto y tolerancia. El evento fue más bien un retroceso pues no sólo no se avanzó, sino que se cedió a la presión de la imagen y el mercadeo que bloqueó la apertura.
¿Es el balance así de negativo también para los otros países que participaron en el evento, por ejemplo para los de Latinoamérica?
Para jugadoras, aficionadas y lesbianas en general de Latinoamérica, el Mundial, si hubiera procurado por ello, pudo haber sido algo muy positivo, un evento que las liberara, que les mostrara que en otros países se cuenta con apoyo y respeto. Pero Alemania fue en ese sentido un mal anfitrión pues no dio ningún ejemplo.
¿Su conclusión?
Que en el fútbol no existe la diversidad de la que se habla con tanto orgullo en otros sectores de la sociedad.
Autor: Daniel Martínez
Editor: José Ospina-Valencia