Esposas de combatientes de Azovstal: "Ucrania ya ha ganado"
16 de mayo de 2022Están en una situación desesperada, pero no pierden los nervios. Así ve el mundo en numerosos videos a los combatientes ucranianos sitiados desde hace semanas por las tropas rusas en la acería de Azovstal. En forma similar se presentan sus esposas, que en estos días realizan una gira para promover el rescate de sus maridos. DW conversó con ellas en Colonia.
"En Azovstal no se libra una guerra, allí se masacra a gente a sangre fría”, dice Julia Fedosjuk. Su marido, Arsen, es uno de los cientos de combatientes que se han parapetado en los búnkeres de Azovstal y esperan ser salvados. "Hay ataques aéreos permanentes, bombardeos en los cuales también sufren impactos lugares donde se encuentran heridos”, cuenta Julia. También son atacadas fuentes de agua, aunque ni siquiera es potable, agrega.
"Situación crítica"
El marido de Julia está herido. Todavía no está claro si podrá salir de la sitiada acería. El Ministerio ruso de Defensa comunicó el lunes (16.5.2022) que hay un acuerdo sobre la evacuación de combatientes ucranianos heridos. En los días previos, tras varios intentos de mediación, fueron evacuados civiles de Azovstal. Sin embargo, en la parte ucraniana impera la desconfianza. "Solo quedan aquellos que tienen miedo de ser llevados a la fuerza a Rusia y asesinados”, dice la mujer del soldado ucraniano.
Julia Fedosjuk está recorriendo diversos lugares en compañía de Kateryna Prokopenko. Su marido, Denys, teniente coronel de la Guardia Nacional ucraniana y del regimiento Azov, es muy conocido en Ucrania y fue distinguido en marzo por el presidente Volodímir Zelenski con el título de "Héroe de Ucrania”. Kateryna cuenta que tiene contacto con su esposo a diario, pero las conversaciones son breves y secas. Su mensaje: es muy duro, pero resistimos. "La situación es crítica. Percibo en sus mensajes de audio que las fuerzas están al límite. Eso ocurre cuando se come y se bebe solo una vez al día”, afirma.
Ambas mujeres tienen casi 30 años. Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, se encontraban en Kiev. Cuentan que han ayudado, como voluntarias, al ejército ucraniano y recolectaron donaciones para armamento. Aseguran que renunciarían con gusto a la seguridad de encontrarse en esta parte de Europa para reunirse con sus maridos en Azovstal, si eso fuera posible. Pero también aquí tienen una tarea: "Denunciar a voz en cuello el problema, pedir ayuda y contar la verdad”.
¿Quién es responsable del cerco de Mariúpol?
Eso incluye hablar, por ejemplo, de cómo se produjo el cerco de combatientes ucranianas en Mariúpol. "La culpa la tienen los comandantes de las localidades circundantes, que las entregaron y posibilitaron un rápido cercamiento”, opina Julia Fedosjuk. No formula, en cambio, reproches contra el presidente Zelenski, en su calidad de comandante en jefe. Pero lo exhorta a "hablar más sobre esto, negociar más y exigir más”.
El mayor logro obtenido hasta ahora por estas jóvenes mujeres fue asistir a una audiencia del Papa Francisco en el Vaticano, a comienzos de mayo. Julia Fedosjuk cuenta que ayudó tener contactos personales. Ella trabaja en la oficina de un parlamentario ucraniano, cuyo padre es el embajador de Ucrania en el Vaticano. La idea inicial de enviar una carta pidiendo ayuda al Papa dio pie luego al encuentro. "Nuestro principal objetivo es liberar a nuestros maridos y a todos los que están en Azovstal”, dice.
En la historia reciente de la humanidad ha habido muchos ejemplos de ciudades y localidades sitiadas. Pero las esposas de los combatientes de Mariúpol no dan mucha importancia a las comparaciones históricas. Según Julia Fedosjuk, el combate de Azovstal es doblemente simbólico: demostró la impotencia de Occidente, pero también la resistencia de Ucrania. "Independientemente de cómo termine esto, Ucrania ya ha triunfado, en todo caso moralmente”, dice. Y espera que Occidente supere la impotencia.
(ers/ms)