Mucho más que un adiós
17 de noviembre de 2016A Barack Obama le cae bien Angela Merkel. Más aún, la estima muchísimo y no lo disimula en absoluto. Eso también se vio durante la última visita del presidente estadounidense a Alemania, en el pasado mes de abril. Ahora, seis meses más tarde, Obama sube la apuesta diciendo que en el escenario político internacional no podía haber encontrado una socia más sólida y confiable que Angela Merkel. Según Obama, la canciller es su aliada y su amiga, y "los alemanes deberían saber valorarla”. Claro que los estadounidenses son conocidos por su entusiasmo. Todo es siempre magnífico y maravilloso. Pero, primero, Barack Obama no es una persona que tienda a exagerar y, segundo, no hay que olvidar que, luego de la victoria de Donald Trump, el periódico The New York Times declaró a Angela Merkel como "la última defensora de la libertad en Occidente”.
¿Quo vadis, mundo?
En Estados Unidos las cartas están echadas. La suerte de Europa se baraja en 2017, con las elecciones en Francia, Holanda y Alemania. En esos tres países, los populistas de derecha marchan sin descanso. Marine Le Pen, Gerd Wilders y Frauke Petry celebran el éxito electoral de Trump. El presidente ruso, Vladimir Putin, festeja con ellos. Los británicos planean solicitar, también en 2017, su salida formal de la Unión Europea. El líder euroescéptico y artífice del "brexit” Nigel Farage ya visitó al presidente electo de EE. UU. en Nueva York.
¿Es ese el futuro político que nos espera? ¿Tomarán el poder los populistas en todo el mundo? Barack Obama no se resigna. Antes de los comicios presidenciales en su país advirtió insistentemente sobre Trump. Ahora debe moderarse. El traspaso de poder tiene que ser ordenado y sin dificultades. Así son las reglas de la democracia, que, según Obama, es fuerte. En otras palabras: los Estados Unidos ya sobrevivieron a otros males.
Merkel, una constante
Pero más allá de la entrega del poder y sus formalidades, Barack Obama parece estar ya abocado a su última misión política. Quiere salvar lo que se pueda y apuesta a Angela Merkel, que debe ayudar a poner límites a los daños que surjan próximamente. Merkel es un "pilar de la política internacional”, dijo Obama, con una constante y alta capacidad de resistencia. Si la canciller supo tratar con Putin, tal vez podría también tratar con Trump.
Eso es lo que se debe tener en cuenta al analizar los himnos y alabanzas del presidente saliente de EE. UU. sobre la canciller alemana. Obama quiere cuidarle las espaldas a Merkel y la quiere animar a presentarse una vez más como candidata a canciller en las elecciones alemanas de 2017. Al mismo tiempo, pide a los alemanes que valoren más a la mandataria. Obama sabe que Merkel, jefa de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), perdió un gran porcentaje de la aprobación de la gente en 2015. Y, aunque no se inmiscuye en la política de otros países, dijo claramente lo que piensa: "Si yo viviera aquí, por supuesto que la votaría”.
Dudas sobre la candidatura de Merkel
¿Y qué piensa de todo eso Angela Merkel? Es sabido que la canciller no es el tipo de persona a la que alegran los elogios. Es demasiado sobria como para eso. Trata de soportarlos y sonríe discretamente. Además, los elogios de Obama están ligados a una pesada carga. ¿Tendrá Angela Merkel, luego de doce años en el cargo, la fuerza necesaria para defender la libertad en Occidente? La fuerza como para imponerse a los Trumps, los Le Pen, los Wilder, los Erdogan y los Putin de este mundo? Oficialmente, Merkel todavía no aclaró si se presentará como candidata y dejó abierto el asunto. Pero ya no puede tomarse mucho más tiempo.
Autora: Sabine Kinkartz (CP/ ERS)