Modernizando el "cielo" andino
20 de octubre de 2016Demasiadas problemáticas urbanas aquejan la ciudad: una gran cantidad de calles sin asfaltar, un insuficiente sistema de drenaje de los ríos (en especial el río Huayñajahuira),un sistema de transporte público poco articulado con la ciudad y desordenado, la falta de ampliación de avenidas para mejorar el tránsito pesado y una terminal de ómnibus moderna. Según el gobierno autónomo de la ciudad, existen 28 proyectos urbanos para modernizarla.
Urbanización pluralista neo-andina
En el año 2006, los bolivianos eligieron por primera vez en su historia a un presidente de ascendencia aborigen (aimara) otorgándo un papel sobresaliente a la población aborigen en genera, y Aimara, en particular, en el país boliviano.
La arquitectura neo-andina promulga una fusión entre lo conocido y el estilo aborigen andino que ha caracterizado al país durante toda su historia. Esta corriente contemporánea también es conocida como arquitectura Chola.
El ascenso de algunos sectores de la comunidad Aimara a las clases altas en el país produjo una inversión fuerte en edificios opulentos y elegantes que conservasen elementos de su tradición con formas andinas y colores variados.
Si bien existe una discusión potente en el seno de la academia con ciertos sectores que la miran con desdén, la arquitectura neo-andina propone un cambio en el paradigma y establece un criterio y un sentido de pertenencia nuevo ligado a una porción de la ciudad, El Alto, y a una nueva clase con recursos vastos que nacen del espacio aimara.
Una lógica urbana en el corazón de la diversidad
El proyecto de un nuevo edificio para la asamblea legislativa a una cuadra de la plaza principal de La Paz provoca una discusión entre especialistas acerca de la lógica urbana. El proyecto consta de la construcción de dos edificios modernos, alejados de la arquitectura colonial y republicana típica de esa zona, de alrededor de diez y veinte pisos en una zona donde las alturas no son superiores a tres pisos manteniendo una paridad visual hacia arriba.
Para el arquitecto y urbanista paceño, Mauricio Arduz, este proyecto representa la destrucción del centro histórico de La Paz. Según su denuncia, este proyecto atenta contra toda lógica urbanística y se proyecta como dos elementos que cambiarán la imagen y el funcionamiento del deteriorado centro histórico de manera muy negativa y para siempre.
Arduz amplía su denuncia pública en contra del proyecto incluyendo evidencias de otros centros históricos latinoamericanos en donde no se construyen edificios altos detrás de los cascos históricos como en Lima, Ciudad de México y Quito, Ecuador.
“Todos los edificios son parte de algo más grande e importante y todos tienen un impacto que debe ser calculado y medido con mucha capacidad técnica pero sobre todo con mucha sensibilidad. Es necesario comprender a la ciudad como un delicado sistema con muchos componentes, con sectores más vulnerables que otros”, considera.
Solo la construcción del palacio de gobierno tiene un valor de 30 millones de euros. Cabe preguntarse también si desde la política pública tiene sentido una inversión semejante en una ciudad en donde se protege cada vez menos el patrimonio edilicio por falta de presupuesto.
Ordenar el transporte
El transporte público bien articulado favorece el flujo de la población dentro de una ciudad. La topografía típica de la ciudad obliga a La Paz a utilizar el ómnibus, principalmente y el teleférico, el cual según Mauricio Arduz, resulta inoperable y obsoleto.
Siguiendo la tendencia en Latinoamérica de implementar un sistema de transporte rápido, la ciudad de La Paz se encuentra en el proceso de construcción de un sistema de buses de tránsito rápido (BTR). Este nuevo sistema de transporte masivo, que fue licitado en 2014 con una inversión cercana de los 500 millones de dólares, deberá unificar a la ciudad de manera integral con las estaciones claves en el primer tramo del proyecto y a lo largo de toda la trama urbana de la ciudad, posteriormente.
Para ser llevado a cabo, el BTR deberá contar con estaciones adecuadas y con acceso a discapacitados, un reordenamiento de las rutas de las líneas de ómnibus y la implementación de un sistema de semáforos renovado. También anuncian la remodelación de las avenidas que cuentan con un elevado flujo de tráfico, la implementación de una red de circulación de vehículos de carga y finalmente, la consolidación del cinturón periférico de la ciudad. El BTR paceño incluirá también un sistema de pago vía tarjeta magnética, nuevos buses articulados y de doble piso y terminales centrales para las líneas.
Aunque todavía no hay una fecha de finalización de obra, este proyecto generará un cambio a gran escala que transformará la ciudad.
Manuel Bláuab