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PolíticaBrasil

"Aún esperamos concretar un acuerdo entre Mercosur y la UE"

Bruno Lupion | Jean-Philip Struck
4 de diciembre de 2023

En Alemania, Mauro Vieira afirmó que la oposición francesa al acuerdo de libre comercio no significa el fin de las negociaciones. Según él, Alemania y Brasil están unidos para ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU.

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El ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira.
El ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, confía en un posible acuerdo positivo para Mercosur y la Unión Europea.Imagen: Craig Ruttle/AP Photo/picture alliance

Brasil todavía pretende orientar sus esfuerzos hacia un impulso decisivo para concretar el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea (UE), incluso después del "no" expresado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el pasado sábado (02.12.2023).

En una entrevista exclusiva con DW en Berlín, el ministro de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, afirmó que no considera que la oposición de Macron haya sido un balde de agua fría en un momento en el que las negociaciones parecían encaminarse hacia un resultado decisivo.

Macron volvió a expresar su oposición al tratado, calificando el texto de "obsoleto" e "incoherente" y afirmando que "no es bueno para nadie", tras una reunión con el presidente Inácio Lula da Silva, al margen de la COP28. Tras los discursos del líder francés, Lula afirmó que, si no hay acuerdo, no habría sido por falta de voluntad del bloque sudamericano.

Vieira acompaña a Lula en una visita oficial. En la capital alemana, el viaje de Lula incluye la segunda edición de las Consultas Intergubernamentales de Alto Nivel, un mecanismo de diálogo con el Gobierno alemán que se reanudó, tras una pausa de ocho años.

DW: El sábado (2.12.2023), durante la COP28, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que está en contra de los términos actuales del acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea, en momentos en que las negociaciones finales parecían avanzar. ¿Un jarro de agua fría de Macron al acuerdo?

Mauro Vieira: No. No lo fue. También porque ya conocíamos las posturas francesas. Hemos estado negociando con la Comisión Europea, directamente con la estructura de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Nuestros negociadores han logrado muchos avances últimamente. Esperamos que todavía se pueda llegar a un acuerdo a nivel técnico, y que estas negociaciones puedan concretarse ahora, justo antes de la cumbre del Mercosur, que se celebrará esta semana en Río de Janeiro.

Las posturas de los países del lado europeo las toma la Comisión y, a nivel politico, está el jefe de gabinete del presidente de la Comisión, que es el interlocutor a nivel político. Hemos hablado con él, incluso estos días en Dubai, durante la COP28, y seguimos trabajando con perspectiva. A ver si es posible superar los últimos aspectos pendientes. Creo que es un acuerdo de interés, que será estratégico no sólo para el Mercosur, sino también para la Unión Europea, como lo han declarado más de una vez varios comisarios y la propia presidenta, Ursula von der Leyen.

En 2023, con el regreso de Lula al poder, Alemania y Brasil hicieron varios esfuerzos de acercamiento tras los turbulentos años de Temer y Bolsonaro. ¿Cuáles serían los resultados concretos de este nuevo acercamiento?

Es más que un nuevo acercamiento. La relación entre Alemania y Brasil, y entre Brasil y Alemania, es tradicional y antigua. En 2024 celebraremos los 200 años del inicio de la inmigración alemana a Brasil. Tenemos relaciones antiguas, estables, fértiles y profundas.

Alemania tiene enormes inversiones en el sector industrial de Brasil. Se reanudó el diálogo a nivel político, que lamentablemente había sido paralizado por el gobierno anterior, pero, como declaró el presidente Lula, "Brasil ha vuelto". Inmediatamente reanudamos el contacto. El presidente Lula ya se ha reunido con el canciller Scholz al menos tres veces en Brasilia, Nueva York, y al margen del G7, en Hiroshima. El diálogo es muy fluido, muy cercano.

Tanto Alemania como Brasil están pidiendo reformas y asientos en el Consejo de Seguridad de la ONU. En la década de 2000, ambos países incluso propusieron una resolución conjunta con India y Japón para solicitar una ampliación de la organización. En este momento, ¿cómo pueden Alemania y Brasil apoyarse mutuamente para hacer avanzar esa petición?

Creamos hace 20 años el G4, que une a Japón, India, Brasil y Alemania, precisamente para debatir e impulsar la reforma del Consejo de Seguridad. Hay cuatro países que comparten la misma postura: la reforma del Consejo en ambas categorías de miembros, dos miembros permanentes y dos no permanentes, y también una reforma de los métodos laborales del Consejo. No es una tarea sencilla.

El Consejo de Seguridad es un órgano desigual. Hay cinco miembros permanentes con derecho a veto y diez miembros electos. El G4 se encuentra actualmente en este grupo de diez miembros electos. Brasil actualmente está terminando un mandato como miembro electo. Comenzó el año pasado y este plazo finalizará el 31 de diciembre.

Los países del G4 tienen una visión muy clara de que es necesario reformar el Consejo y hacerlo más representativo, incluida la representación africana. Existe un plan para que haya al menos dos países africanos como miembros permanentes, además de aumentar el número de miembros electos. Junto con África, América Latina es otra región que no tiene representación. Hay dos continentes que están ausentes en la representación permanente.

Y tanto Alemania como Japón se unen a este debate, apoyando estos principios declarados como comunes para la reforma. Y seguimos luchando. No es fácil. Cualquier reforma que cambie los privilegios establecidos –más aún desde 1945– no es fácil. Pero tenemos la esperanza de que los cuatro avancemos juntos bastante, y pronto. Basta con ver la situación en la que nos encontramos, con guerras en las que hay una falta de acción por parte del Consejo de Seguridad, lo que refleja ese desequilibrio de representatividad.

Luiz Inacio Lula da Silva y Olaf Scholz.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y Olaf Scholz, canciller de Alemania, en Berlín.Imagen: Liesa Johannssen/REUTERS

¿Refuerza entonces el estancamiento del Consejo de Seguridad la necesidad de una reforma?

Sin duda alguna. Si el Consejo fuera más democrático y representativo, otras voces se sumarían al debate y sería más fácil encontrar una solución.

¿Cuál puede ser el papel de Brasil en la actual crisis entre Venezuela y Guiana? ¿Cómo ve Brasil los planes del régimen venezolano de reclamar una parte considerable del país vecino y organizar un referéndum popular sobre el tema?

El papel de Brasil es dar el ejemplo de que siempre valoramos y siempre adoptamos un principio, incluso constitucional, de resolución pacífica de disputas. Brasil tenía nueve problemas fronterizos con nueve de sus diez vecinos inmediatos en América del Sur, y todos se resolvieron mediante negociaciones pacíficas y arbitraje internacional. Entonces, este es el mejor ejemplo.

Y ya hemos expresado nuestra postura a ambas partes, nuestro apoyo y aliento para que la cuestión se resuelva mediante negociaciones, mediante una solución pacífica. Y, de momento, el tema está en manos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en los últimos días ya hizo un pronunciamiento preliminar, y eso es lo que esperamos que suceda y que pueda resolver este tema de fronteras entre los dos países, ambos vecinos inmediatos de Brasil, con los que mantenemos excelentes e importantes relaciones.

Brasil asumió la presidencia del G20. En este papel de liderazgo, ¿qué pretende lograr Brasil? ¿Qué significaría una victoria de Brasil en la presidencia del G20?

Una victoria en el G20 es poder promover un debate profundo y de calidad que muestre algunos resultados sobre los temas básicos, que guían nuestra presidencia del G20, como la lucha contra la desigualdad, contra el hambre, a favor de promover el desarrollo sostenible y la cuestión climática.

(rmr/cp)