Ministro de exteriores alemán presionado por caso Kurnaz
20 de enero de 2007Según documentos a los que tuvieron acceso diversos medios de prensa, el gobierno de Berlín se negó durante años a recibir a Murat Kurnaz después de que las autoridades de Estados Unidos desecharan cualquier relación del turco nacido y criado en Alemania con los talibán de Afganistán o la red terrorista Al Qaida.
Kurnaz fue detenido un mes después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Pakistán, a donde había volado en viaje de peregrinación.
El turco con residencia permanente en Alemania, de entonces 19 años, fue entregado a las fuerzas estadounidenses en Afganistán y trasladado a Guantánamo, donde sufrió vejaciones y humillaciones durante cuatro años y medio.
Pese a que Estados Unidos ofreció dejarlo en libertad en 2002, Kurnaz abandonó Guantánamo en agosto de 2006 gracias a la intervención personal de la canciller Angela Merkel ante el presidente estadounidense, George W. Bush.
Según versiones del diario Süddeutsche Zeitung y de la primera cadena de televisión alemana ARD, el gobierno del entonces canciller Gerhard Schröder no sólo se negó durante años a permitir el retorno de Kurnaz a Alemania, sino que intentó construir una nueva sospecha de terrorismo en su contra.
Steinmeier en la mira
Agregan que el actual ministro Steinmeier, quien entonces coordinaba los servicios de seguridad alemanes en calidad de jefe de despacho del Schröder, se opuso al regreso de Kurnaz. Ello pese a que Berlín estaba al tanto de los sufrimientos psíquicos y físicos que sufría como prisionero en Guantánamo.
Funcionarios de inteligencia alemana que lo interrogaron en septiembre de 2002 en Cuba tampoco hallaron pruebas de actividades terroristas del detenido, señala el diario Süddeutsche Zeitung.
La negativa de Berlín podría estar relacionada con las condiciones puestas por Estados Unidos para su liberación, indica el rotativo Bild, según el cual Washington pidió a cambio que Kurnaz fuese observado las 24 horas y que Alemania recibiese además a dos prisioneros iugures -miembros de una minoría musulmana en el oeste de China-.
Políticos de distintos partidos exigieron explicaciones a Steinmeier y una investigación profunda de los sucesos en torno a la odisea de Kurnaz, que ocupan a dos comisiones parlamentarias.
El ministro replicó a través de un portavoz que está interesado en declarar lo más pronto posible ante la comisión parlamentaria.
¿Violaron la Constitución?
El experto en política exterior del Partido Liberal Max Stadler demandó a Steinemier y al ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, que expliquen por qué el gobierno impidió el regreso de Kurnaz pese a que no se lo consideraba peligroso.
En palabras de Stadler, los documentos internos revelan "un fallo grave de conducta de los más altos cargos de gobierno en una cuestión básica de salvaguardia de los derechos humanos".
El experto en justicia de la bancada del Partido de Izquierda, Wolfgang Neskovic, sostuvo que el ministro no puede seguir en el cargo si no presenta una declaración sólida.
Niels Annen, encargado de política exterior del Partido Socialdemócrata y correligionario de Steinmeier, admitió que las acusaciones contra el ministro eran graves.
El presidente de una de las comisiones parlamentarias del caso Kurnaz, el democristiano Siegfried Kauder, opinó que es prematuro elevar acusaciones contra Steinmeier, pero aclaró que en caso se pruebe de que el gobierno anterior omitió asistir a un ciudadano inocente, entonces, el asunto no puede quedar sin consecuencias.
Kurnaz compareció esta semana ante dos comisiones del Bundestag alemán y relató a los diputados las torturas físicas y psíquicas que sufrió durante el cautiverio en Guantánamo. Su abogado acusó al gobierno alemán de no prestarle asistencia alegando que era ciudadano turco.