Ministra de Justicia exige a Iglesia más cooperación en escándalo por abusos
23 de febrero de 2010Pedir perdón a las víctimas de abusos sexuales no es suficiente. La Iglesia Católica alemana debe colaborar decididamente con las autoridades policiales y judiciales del país. Así lo ha exigido la ministra de Justicia alemana, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, en una entrevista concedida a la cadena de televisión pública ARD.
Unas declaraciones que se producen un día después que el arzobispo Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, pidiera disculpas por los abusos sexuales cometidos en colegios católicos del país, y que trascendieron a la opinión pública alemana en las últimas semanas.
"Lamentablemente, hasta el momento no hemos podido observar un interés activo -por parte de la Iglesia Católica alemana- para acometer un esclarecimiento completo y sin reservas -de los abusos sexuales denunciados-", afirmó la titular de Justicia germana. Un compromiso que, a juicio de Leutheusser-Schnarrenberger, pasa por una cooperación constructiva de las autoridades eclesiásticas con los responsables policiales y judiciales.
Y es que la ministra de Justicia alemana considera que, hasta la fecha, los representantes eclesiásticos no han dado la impresión de estar plenamente predispuestos a colaborar. Algo que debería suceder "en todos los casos que no hayan prescrito".
Temor a que los delitos prescriban
Ése es, precisamente, uno de las principales inquietudes de las autoridades alemanas. "Es de temer que muchos de los casos de abusos sexuales no puedan ser sancionados porque hayan prescrito", afirma Leutheusser-Schnarrenberger, que se mostró consternada por "la magnitud de los hechos". Hasta la fecha han sido denunciados unos 120 casos de abusos sexuales ocurridos en colegios dependientes de la Iglesia Católica en Alemania entre las décadas de los 60 y los 80 del siglo pasado.
"Es de temer, sin embargo, que sean muchos más", considera la titular de Justicia y miembro del Partido Liberal (FDP). Casos de los que se deberá informar puntualmente a la Fiscalía del Estado para que sean convenientemente "aclarados en interés de la Iglesia Católica".
Una de las medidas que piensa impulsar el ejecutivo alemán para implicar a la Iglesia Católica y que ésta asuma su responsabilidad en los hechos pasa por la creación de una mesa redonda con representación del Estado, las víctimas y expertos, así como miembros de las autoridades eclesiásticas.
La justicia debe seguir su propio camino
"Creo que con ello podremos hacer posible un trabajo de revisión histórica de unos hechos tan espantosos", asegura la ministra, que pone como ejemplo la experiencia irlandesa. En Irlanda, sin embargo, el gobierno impulsó también una comisión de investigación encargada de esclarecer los hechos.
La mesa redonda propuesta por Leutheusser-Schnarrenberger será independiente de los procesos estrictamente judiciales en marcha. "La persecución penal no puede ser suplida por nada. También debe tener lugar", afirma. Si ésta se concreta en forma de comisión de investigación o bajo otro formato, aún está por ver.
Eso sí, la ministra de Justicia espera las propuestas de los diferentes actores. También por parte de la Iglesia Católica: "lo que pretendo es que la Iglesia haga también sus propuestas. Ha llegado el momento de que la Iglesia Católica trate la cuestión de los abusos de una forma completamente diferente".
Un colegio berlinés, el detonante
El escándalo estalló a finales del mes de enero después que el rector del prestigioso Colegio Canisius de Berlín, una escuela de élite dirigida por jesuitas, informara de al menos 22 casos de abusos sexuales cometidos en el pasado y que tuvieron a alumnos del centro como víctimas. Los autores serían dos sacerdotes de la orden que impartieron clases en ése y otros centros escolares del país.
Los casos registrados hasta el momento se concentran en tres colegios secundarios de los jesuitas en territorio alemán: aparte del Canisius de Berlín, el Sankt Blasien en la Selva Negra y el Aloisiuskolleg en Bonn. Otros centros educativos en los que trabajaron los curas implicados también se han visto salpicados por el escándalo: entre ellos, escuelas en Hamburgo, Hildesheim, Gotinga y Hannover.
Autor: ARD / Emili Vinagre
Editor: José Ospina Valencia