Comunidades cercanas a la frontera con Guatemala denuncian que la actividad minera podría contaminar el Lago de Güija, del que dependen miles de personas, mientras ambientalistas piden al Ejecutivo de Nayib Bukele que interceda ante el guatemalteco para detener la actividad de la Mina Cerro Blanco, actualmente propiedad de Bluestone Resources, que se asienta sobre manantiales geotérmicos.