Miles de accionistas contra la Telekom

Día uno de un proceso judicial que puede durar diez años. La nieve impide que la primera sesión pueda empezar puntualmente; por la afluencia de gente que se espera, el Tribunal ha tenido que ser albergado en un centro de eventos de la metrópoli financiera alemana.

Para que los 17.000 ofendidos pequeños accionistas de la Deutsche Telekom pudiesen llevar su caso ante los tribunales alemanes hubo que modificar la ley, pues los juicios masivos al estilo estadounidense no existían en Alemania. Gracias a KapMug –la novísima ley del código civil que permite que a los accionistas querellarse en conjunto contra la empresa en la cual depositaron su confianza y sus bienes- comienza hoy Fráncfort del Meno.

Accionistas burlados

Las emociones alcanzan un alto nivel cuando se trata de pasarle la cuenta al ex consorcio estatal. La Deutsche Telekom en su tercera salida a bolsa en junio del año 2000 habría mal informado y escondido información a propósito a sus accionistas en 33 puntos y 187 subpuntos. De todas estas inculpaciones, las más graves son: el valor de los inmuebles de la empresa –que poco después fueron corregidos hacia abajo en 2500 millones de euros- y la inminente compra de la norteamericana VoiceStream por 34.000 millones de euros.

Sueños desplomados

Los 900 abogados que representan a los 17.000 damnificados exigen la restitución de sus inversiones y pagos por daños y perjuicios. Unos 80 millones de euros, que en realidad no significan gran pérdida. El asunto hubises podido ser zanjado hace siete años con una conciliación, Pero la Telekom se niega a ella como se niega a aceptar su responsabilidad. Además sería injusto hacia los otros 3 millones de accionistas de Telekom, aduce el gigante germano de las telecomunicaciones. Se hace hincapié también en la responsabilidad de los que deciden libremente jugar con su dinero en la bolsa. Sin embargo, éstos que compraron en 2000 acciones por 63,50 y que poco después vieron desplomarse el curso del gigante rosa a menos de 20 euros se sienten engañados.

“El curso de nuestra acción es insatisfactorio desde la primavera del año 2000. La valoración actual de nuestras acciones no refleja la posición ni el éxito comercial de nuestra empresa”, aceptaba contrito en 2001, Ron Sommer, el gerente de la Deutsche Telekom, autor tanto de las primeras glorias en 1996 como del desastre bursátil de 2001.Al elegante Sommer lo abandonó su buena estrella, y en 2002 dejó su cargo. Su comparecencia ante el Tribunal se espera, con curiosidad, para el 14 de abril.

En 2005, accionistas de Estados Unidos llevaron a los tribunales a la Telekom; ésta aceptó una conciliación por 120 millones de dólares. En Alemania, por el contrario, según la Telekom en este primer día de proceso, no hay conciliación posible, los diez o veinte años que puede durar el proceso no le preocupan a la Telekom, a los pequeños accionistas sí.