Mies van der Rohe 2007: un premio a la excelencia arquitectónica
14 de mayo de 2007El Premio Europeo de Arquitectura Mies van der Rohe 2007 se entregó al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. La Unión Europea y la Fundación que da nombre al galardón patrocinan esta distinción "a la excelencia en la arquitectura, a la originalidad en el diseño, a la excelencia en la calidad constructiva y a la excelencia en la innovación". Así lo describió Lluis Hortet, el director de la Fundación Mies van der Rohe, en entrevista con DW-WORLD.
Muchas las llamadas, pocas las escogidas
Complejo es el proceso de selección de obras que compiten por este premio bianual, dotado con 50.000 euros. Tanto expertos independientes y transnacionales como las asociaciones nacionales de arquitectos también envían sus propuestas. Unas 300 obras pasan por diversas selecciones hasta que quedan las 40 que luego se publican y se exponen. De ésas, el jurado visita unas pocas, pero lo hace a profundidad y con detalle. Y escoge dos: la ganadora y otra, a la que se le entrega la mención al "arquitecto emergente", que suele corresponder a la obra de un arquitecto joven.
¿Por qué Mies van der Rohe?
Este arquitecto, nacido en Aquisgrán en 1886, dirigió los destinos de la mítica escuela de diseño Bauhaus durante sus últimos años hasta su disolución por la dictadura nacionalsocialista. "Mies van der Rohe forma parte de la santísima trinidad de los arquitectos del siglo XX junto con Frank Lloyd Wright y Le Corbusier", explica Hortet añadiendo: "es un paradigma de la arquitectura racionalista, de la arquitectura del movimiento moderno".
El nombre del galardón fue una iniciativa de la Fundación Mies van de Rohe en Barcelona, que funciona en el pabellón nacional de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Cristal, acero y cuatro tipos de mármol -entre ellos mármol verde antiguo de Grecia- utilizó Mies para este pabellón. Los materiales, su geometría, la precisión y su claridad lo convirtieron en un símbolo de la buena arquitectura europea.
Entonces, "desde la mediterránea Barcelona, desde un país como España que se incorporaba en aquellos años de 1986 y 1987 a la Comunidad Europea, parecía un magnífico símbolo poner el nombre de Mies Van der Rohe a este premio, que se pactó con la Comisión Europea", explica el director de la Fundación y agrega: "Este pequeño edificio fue muy simbólico pues representaba a la República de Weimar y es el que inició la línea que luego Mies desarrolló en edificios a escala grande en Estados Unidos. Por lo tanto es un edificio verdaderamente muy importante en la arquitectura del siglo XX".
Veinte años más tarde
'Clarísimo está que mucho han cambiado los tiempos desde que, en 1929, la claridad, la funcionalidad y la serie eran lo más revolucionario en los conceptos arquitectónicos. Otras eran las preocupaciones y los temas en boga en aquella época. Sin embargo, en esta era que clama por una arquitectura bioclimática, Mies van Rohe no pierde vigencia. "La arquitectura de la Bauhaus -como en general todo el movimiento moderno- era una arquitectura funcionalista, que se preocupa por las formas de vida, que quiere atender a las nuevas necesidades de los ciudadanos.
En este sentido, "una adaptación de estos principios a nuestros días todavía es muy válida", recalca Hortet, aunque cabe resaltar que la mayor coincidencia entre ese arquitecto y las obras premiadas hoy sea la búsqueda de la excelencia. "Y esto se puede lograr desde muchas distintas tendencias, desde muchas líneas", asevera Hortet.