Su familia, que vive cerca de Oslo, está muy preocupada. "Pero precisamente ahora nuestro trabajo aquí tiene más importancia", dice Emelie. La guerra en Ucrania no solo ha cambiado la vida cotidiana de la soldado fronteriza noruega. Finlandia comparte una frontera con Rusia de más de 1.300 kilómetros. Los ciudadanos rusos siempre han venido a Lappeenranta, cerca de Helsinki, para hacer compras o pasar sus vacaciones. Pero ahora, cada vez hay más rusos que abandonan su país definitivamente. Nadia se mudó a Finlandia hace ya muchos años, aunque madre sigue viviendo en Moscú. Las conversaciones entre ambas han cambiado. "Desde que Rusia cerró los canales de noticias independientes, tiene mucho miedo a hablar abiertamente”, afirma Nadia. En Lituania conocen esta sensación. Hace apenas 30 años, lucharon por la independencia de la entonces Unión Soviética. En esa época, Ričardas Daunoravičius se interpuso en el camino de un tanque ruso. Ahora teme otra invasión. "No debe volver a ocurrir. Sin embargo, vemos lo que está pasando en Ucrania". El miedo a que los países bálticos sean el próximo objetivo después de la invasión rusa de Ucrania, es compartido por toda la población del Báltico. El periodista Christian Blenker viaja a Noruega, Finlandia y el Báltico para encontrarse con personas que viven en la frontera con Rusia.