“Mi lucha” en edición no comentada: un caso para la Justicia
4 de junio de 2016Gran estruendo provocó en enero de 2016 la llegada a las librerías de “Mi lucha”, de Adolf Hitler, en edición crítica. En un lapso de pocas semanas se agotaron las primeras tiradas. La idea era que, con cerca de 3.700 comentarios de historiadores especializados, los lectores pudieran contextualizar correctamente el contenido de la obra.
A 70 años de la muerte de Hitler, los derechos de autor del libro habían caducado. Desde el punto de vista jurídico, la obra es un manifiesto de la instigación al odio racista y a la violencia. Dado que la edición comentada del Instituto de Historia Contemporánea es una publicación académica, hasta el momento no había motivo de preocupación, tampoco en el aspecto legal.
La editorial Schelm: un lobo en piel de cordero
Pero ahora, justamente la editorial de derecha Schelm Verlag planea la publicación no crítica de “Mi lucha” en el verano boreal. En su página web se puede leer que “las impresiones en facsímil no modificadas sirven al esclarecimiento de la población, a la defensa ante tentativas anticonstitucionales, así como a la documentación histórica dentro de un marco académico”.
Todo esto salió a la luz porque se dio a conocer lo que hizo una librera de Forchheim, en Baviera. “Anunció que iba a vender la versión original del libro y publicitó la venta con una foto de Adolf Hitler”, explicó Christopher Rosenbusch, de la Fiscalía General de Bamberg a Deutsche Welle.
Esa fiscalía inició un proceso de investigación, ya que el solo hecho de hacer propaganda no es suficiente para emitir una sospecha de instigación. De ese modo, la editorial Schelm Verlag cayó en la mira de los investigadores debido a que “posee contenidos de instigación al odio y por eso la impresión no modificada con fines de distribución está penalizada”.
“Mi lucha” sigue siendo un texto instigador
La editorial Schelm argumenta que la publicación cuenta con un prólogo aclaratorio. Pero eso solo no alcanzará, de seguro, para considerar que el texto original se publicó con fines de investigación. Hajo Funke, profesor de Política y Ciencias Sociales del Instituto Otto Suhr de Ciencias Políticas de Berlín, está indignado: “Hablar de esclarecimiento de la población es en este caso una tontería. Se trata de un sucio texto agitador y antisemita”.
Quien incite al odio hacia cualquier grupo, ya sea un país, una raza, una etnia o una determinada religión comete en Alemania un delito de instigación popular. También la glorificación del nazismo es penada por la ley.
Textos originales al servicio de la investigación
Sin embargo, la cuestión no es tan fácil. No se penaliza a un estudiante o a un profesor que utiliza “Mi lucha” en la versión original como fuente. Por eso, la editorial Schelm Verlag pretende que su publicación sea vista como un aporte a la investigación histórica y tomó distancia en su página web de todos los párrafos que instigan al odio en ese libro. Eso no es nada más que un intento de asegurarse legalmente. El solo hecho de que esa editorial use como dirección de internet la palabra “Muerte popular” (Volkstod) y que publique únicamente textos que corresponden a la ideología de la extrema derecha habla por sí mismo.
“Mi lucha” no fue prohibido luego de que caducaron los derechos de autor. “La ideología que tiene mucha gente en la cabeza no se puede extirpar con solo prohibir el libro”, opina Kai Brinckmeier. Sin embargo, existe el peligro de que alguien que hasta ese momento no tenía nada que ver con ese tipo de pensamiento de extrema derecha pudiera ser conducido a pensar así a través de la difusión del libro. “Tenemos miedo de un auge de la extrema derecha, pero en otros países eso no sucedió. ‘Mi lucha' incluso se vende en Israel en la versión original”, dice, por su parte, Host Pöttker, profesor emérito de la Universidad de Hamburgo.
Según él, el debate en torno al libro de Hitler solo demuestra que Alemania todavía no sabe cómo actuar frente a su pasado nazi. Pero en el texto se puede reconocer claramente cómo surgió todo en el marco de una ideología racista: desde los campos de concentración hasta el genocidio contra los judíos. “El solo hecho de que Hitler haya escrito sobre su ideología racista y sobre Ausschwitz en ‘Mi lucha' prueba que el Holocausto sí tuvo lugar, al contrario de lo que dicen los que lo niegan”, indica Pöttker. Por verse está cómo se desarrolla el caso, ya que si la Justicia decide demandar a Schelm Verlag, eso podría tener repercusiones en la versión crítica del Instituto de Historia Contemporánea: “A pesar de los comentarios, el texto podría ser leído como una glorificación del nazismo y, visto de esa manera, no sería totalmente irrecusable desde el punto de vista jurídico”, señala Pöttker.