Merkel y Sarkozy en Berlín: ¿inicia nueva era para la UE?
16 de mayo de 2007Como era de esperarse este 16 de mayo fue un día de grandes gestos y símbolos para el nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Después de la toma de posesión, de su discurso inaugural y diversos actos oficiales en los que acentúo que defenderá la independencia y la identidad de Francia, el primer jefe del Estado francés nacido después de la Segunda Guerra Mundial partió a una cita igual de simbólica; ésta a una hora de vuelo de los Campos Elíseos.
El primer viaje al exterior del nuevo presidente francés lo llevó a Berlín. En la capital alemana fue recibido con honores militares por la canciller Angela Merkel. Una visita que subraya la importancia de las relaciones franco-germanas y la intención de ambos países de defender su posición a la cabeza de la Unión Europea.
Amistad milagrosa y sagrada
"Sr. Presidente, querido Nicolas, es un placer especial reunirnos en su primera jornada en Berlín". Merkel y Sarkozy se conocen desde hace muchos años por su trabajo conjunto en el escenario europeo.
La canciller alemana ponderó la vista de su homólogo como símbolo de la gran amistad franco-germana, a la que calificó de verdadero "milagro". La respuesta que recibió la dejó visiblemente contenta: "Para Francia la amistad franco-germana es sagrada y no puede cuestionarse", dijo Sarkozy.
La canciller alemana está decidida a intensificar con el sucesor de Jaques Chirac la cooperación entre ambos países, y profundizar juntos la unión de todo el conglomerado europeo.
"Nuestros esfuerzos se concentrarán siempre en mantener la paz y la libertad en Europa, en hacer un aporte porque el mundo sea más pacífico y libre, para que la democracia y el bienestar para nuestros países, para Europa, y para el mundo sean una realidad", indicó Merkel en su discurso de bienvenida.
Deseos de buena voluntad y gran importancia para Europa, pues Alemania y Francia son el motor de la integración del conglomerado.
¿Romanticismo pasajero?
"Europa espera que tomemos la iniciativa", dijo Sarkozy en Berlín, y aseguró estar dispuesto a avanzar rápidamente en la búsqueda de soluciones.
¿Una promesa de dinamismo? Hay consenso en que la "gran" Europa sólo puede avanzar si Francia y Alemania están de acuerdo y toman iniciativas conjuntas. Aunque hay muchas similitudes especialmente en el ámbito de la política exterior, aún hay dudas sobre cómo evolucionarán las relaciones en el ámbito económico y comercial, pero especialmente en lo que respecta a cuestiones medulares para Europa como el futuro de la Constitución Europea.
Este será el primero de muchos obstáculos que deberán superar. Por lo pronto en Berlín se comprometieron a trabajar juntos para sacar a la UE de la parálisis en la que se encuentra después del rechazo por parte de Francia y Holanda de la Constitución Europea en sus referendos de 2005.
El nuevo el tándem franco-germano no tiene mucho tiempo que perder. Cuentan con sólo cinco semanas hasta la próxima Cumbre de la UE, a realizarse en Bruselas el 21 y 22 de junio, mes en que finaliza la presidencia alemana al frente de la UE y fecha para la cual, Angela Merkel, ha prometido presentar un plan específico con plazos concretos para hacer realidad la Constitución Europea.
Hay propuestas por parte del Gobierno de Sarkozy de reformar la Constitución y reducirla a un acuerdo. Alain Lamassoure, asesor del presidente galo, indicó a medios alemanes que el nuevo tratado simplificado que propone Francia permitiría la aprobación por parte del Parlamento francés, a la vez que responde a las demandas de Angela Merkel de recoger y respetar la sustancia de la constitución original.
En breve se sabrá más sobre el futuro del eje franco-germano. Como sea, el que Nicolas Sarkozy no besó la mano de la canciller Merkel como lo solía hacer Jacques Chirac, sino que le dio un abrazo y un beso en la mejilla al llegar a la Cancillería. Es una primera señal de cambio.¿O no?