Merkel advierte: No hay espacio para la xenofobia en Alemania
15 de diciembre de 2014Pese a las llamadas del Gobierno de Angela Merkel a distanciarse de movimientos de signo ultraderechista, unos 15.000 manifestantes secundaron este lunes (15.12.2014), por novena semana consecutiva, la concentración convocada en la ciudad sajona Dresde (al este de Alemania), por el grupo denominado "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida). Esta es la más alta cifra alcanzada hasta ahora por estas convocatorias.
En paralelo se concentró otra manifestación de signo contrario, con entre 5.000 y 6.000 participantes unidos bajo el lema "Dresde para todos" y llamando a la solidaridad hacia los inmigrantes y hacia quienes piden asilo. La policía dispuso un cordón de seguridad en torno a las dos manifestaciones para impedir que confluyeran y se produjeran incidentes.
También en la antigua capital federal, Bonn, se reunieron hasta 300 manifestantes convocados por “Bogida”, una agrupación local de Pegida que se hace llamar “Ciudadanos de Bonn contra la Islamización de Occidente”. Sin embargo, entre 1.600 y 2.000 ciudadanos opuestos a estas manifestaciones se reunieron convocados por la asociación “Bonn stellt sich quer” (algo así como “Bonn planta cara”) y bloquearon la ruta por la que pretendían marchar los partidarios de Bogida, reportó la prensa local.
"Libertad de manifestación sí, xenofobia no"
Poco antes, Merkel condenó duramente estas protestas de signo islamófobo: "Aunque en Alemania existe efectivamente la libertad de manifestación, no hay sitio para campañas de difamación y persecución contra las personas que vienen de otros países", afirmó la mandataria alemana. "Todo aquel que participe en una manifestación de Pegida debe tener cuidado de no ser instrumentalizado", alertó.
"En Alemania no hay sitio para las campañas persecutorias contra creyentes o religiones, independientemente de cuál. No hay sitio para el extremismo de la derecha ni para la xenofobia", agregó por su parte, el portavoz del gobierno, Steffen Seibert.
También el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, se mostró preocupado porque se produzca una "nueva escalada de agitación contra extranjeros y refugiados", después de que la semana pasada la agrupación consiguiera congregar a cerca de 10.000 personas en la propia ciudad de Dresde, que- según cifras oficiales- cuenta con un 0,4 por ciento de residentes musulmanes.
"Es verdad que dentro de Pegida hay algunos que sólo se dejan seducir por fanfarronerías huecas y a los que aún se puede llegar con argumentos racionales. Sin embargo, también hay personas en las calles con una clara afinidad hacia la xenofobia", alertó en una entrevista con el diario alemán Süddeutsche Zeitung. "Esto es desagradable y detestable".
"Una vergüenza para Alemania"
"No es algo nuevo que existan prejuicios contra los refugiados. Sin embargo, ahora algunos se atreven a mostrar su resentimiento también públicamente", agregó el titular de Justicia. "Es una vergüenza para Alemania que en estas manifestaciones de Pegida se dé la espalda a los refugiados que acaban de perder todo y que nos piden ayuda". Para luchar contra esa oleada de xenofobia, Maas reclamó "una amplia" asociación del conjunto de la sociedad civil y de todos los partidos políticos.
Por su parte, el Consejo Intercultural en Alemania, así como la ONG Pro Asyl clasificarona Pegida como un grupo "racista": "Los líderes de estas manifestaciones no son patriotas, sino racistas, que cuestionan los derechos humanos y discriminan a las minorías", declaró Jürgen Micksch, presidente del Consejo Intercultural.
Mientras, el Consejo Central de Musulmanes criticó la falta de una campaña política para hacer frente a los miedos de los algunos ciudadanos a la inmigración. "El movimiento Pegida deja patente que muchas personas tienen miedo de su futuro", señaló su presidente, Aiman Mazyek, en la emisora de radio bávara Bayern2.
RML (dpa, efe, dradio, SpiegelOnline, GeneralAnzeiger)