Mercado energético: E.ON quiere Endesa
22 de febrero de 2006
Endesa no es sólo líder del mercado eléctrico español, sino que además es la llave que le abriría al consorcio alemán las puertas de Latinoamérica. E.ON quiere ganarse un puesto entre los grandes del mundo, desbancar a su principal contrincante en Europa, la francesa EdF, y a nivel internacional codearse con la flor y nata del negocio energético. Y todo eso tiene un precio. Con los 29.000 millones de euros, los alemanes superan la propuesta de Gas Natural, el otro grupo interesado en Endesa, cuyo cheque ascendía a 22.500 millones de euros. A parte, E.ON tendrá que asumir las deudas españolas, que suman unos 26.000 millones de euros. En total, la transacción le costaría a E.ON unos 55.000 millones de euros, pero Endesa sigue considerándose infravalorada.
Las posibilidades de un gran consorcio
Ayer por la noche, la presidencia de Endesa dejaba claro que interpretan la oferta alemana como insuficiente. 27,50 euros por acción, en una compra que supondría un trasvase del 100% del capital, no corresponden al valor real de la empresa española. Pese a la reticencia, las negociaciones no están cerradas y el ofrecimiento de E.ON se valora positivamente en Madrid.
La absorción de Endesa por E.ON daría como resultado un consorcio mundial con 107.000 empleados, presente en más de 30 países y con más de 50 millones de clientes. Su posición dominante en Europa sería indiscutible, además de encontrarse bien ubicado toda América, tanto del sur y centro como del norte.
Lo que aún no está definido son las consecuencias que la unión tendría para los consumidores de energía. En tiempos de precios al alza, el Instituto Alemán de Investigación Económica advierte que una concentración del mercado energético podría suponer aumentos en las facturas de luz y gas.
La "acción de oro" la tiene Zapatero
En caso de que Endesa decidiese finalmente aceptar los millones alemanes, a E.ON aún le quedaría un escollo por salvar: el que le ponga el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Al proceder a su privatización, el ejecutivo español se reservó una "acción de oro" en Endesa, lo que supone que el gobierno posee derecho de veto sobre cualquier decisión fundamental que ataña a la empresa.
Endesa domina un sector básico en el mercado español y Zapatero ha manifestado que no ve con demasiados buenos ojos la fusión aunque asegura que su gabinete no tiene intención de hacer uso de la "acción de oro". El presidente preferiría que la compañía quedase en manos españolas. "Comprendo que Alemania quiera tener una empresa fuerte en el mercado internacional, y todo el mundo debe comprender que España quiera tener una empresa fuerte en el mercado energético", dijo Zapatero.
Wulf Bernotat, director de E.ON, se ha entrevistado ya con el presidente español, quien a su vez recibió una llamada de la canciller alemana, Angela Merkel, para tratar de suavizar los temores. Ahora queda por ver qué ejerce más presión: el precio del dinero o la protección del mercado propio.