Menos armas y más hospitales
21 de febrero de 2003Mientras otros países del mundo están aumentado los presupuestos militares, Alemania planea una reforma que incluye severos recortes financieros. Dichos recortes se deben más a la política de austeridad que impone la falta de recursos, que a una presunta subestimación de "la amenaza del terrorismo internacional".
Servicio militar sigue vigente
Peter Struck, el Ministro alemán de Defensa, presentó hoy en Berlín el proyecto de reforma de las Fuerzas Armadas en el que menciona algunas cifras: de los 1.800 tanques de guerra que posee Alemania, sólo quedarían 530. La Fuerza Aérea, por su parte, tendrá que "sacrificar" 80 aviones de combate de tipo Tornado. Struck recalcó que el número de efectivos – actualmente de 285.000 soldados activos – no va a ser diezmado. Además, "el servicio militar obligatorio seguirá siendo vigente en Alemania", agregó el ministro. Aparte de la reducción significativa del material bélico, el Gobierno disminuirá, a un mínimo, los gastos de mantenimiento y administración.
La caída del Muro de Berlín, en 1989, cambió radicalmente las prioridades de la política de seguridad alemana: de la defensa inmediata de las fronteras se pasó a las misiones internacionales de paz. "Alemania también se defiende en Afganistán", afirmó el Ministro de Defensa.
Misiones de paz sí, cruzadas de guerra no
Dicho en otras palabras: las misiones internacionales de paz son cada vez más importantes para Alemania. Por eso es que, a cambio de tanques de guerra, lo que el ejército alemán quiere comprar son hospitales móviles para atender a la población civil afectada en las regiones en crisis.
Estas tareas representan altos y nuevos costos, difíciles de cubrir ante la crítica situación económica alemana. Lo interesante de la reforma anunciada por el Gobierno es que "el dinero ahorrado será utilizado para cubrir los gastos que implican las nuevas prioridades y no desaparecerá del presupuesto ministerial, dicen los observadores. Por eso el Gobierno no habla de "recortes" sino de "redistribución de recursos".
Según Peter Struck, el dinero ahorrado se invertirá también en tecnología de defensa de armas de exterminio masivo.