Menú del día: gato al horno
18 de febrero de 2010Qué aburrido es, pensó probablemente un cocinero de tele en Italia, todos los días cocinar lo mismo: pollo, chancho, cochino o cerdo, carne de res, pescado. Y se puso creativo. En su programa “Prova del cuoco” (“Prueba de cocinar”) el cocinero Pepe Bigazzi le presentó a su público una receta para cocinar gatos domésticos. Mientras que el chef juró que su receta era “una delicia”, el público reaccionó con asco. Se formó un escándalo medial que provocó un debate al nivel nacional. Y la presentadora sólo atinó a decir ante cámaras "Scusi!".
Sin arrepentirse
Organizaciones de protección de animales se levantaron en contra de Bigazzi. El partido de Los Verdes expresó también su enfado, e incluso, la secretaria de Estado del ministerio italiano de Salud comentó el incidente exhortándo a la cadena radiotelevisiva Rai Uno que emprendiera medidas en contra del italiano con gustos especiales.
La emisora reaccionó inmediatamente y despidió a Bigazzi que llevaba 10 años haciendo su programa. El jefe de cocina no entiende la agitación sobre el tema y se siente malentendido. Según el periodico La Repubblica nunca fue su intención animar a nadie a comerse sus acompañantes felinos. Fue más bien una broma, dice Bigazzi, pero ¿Arrepentirse? - "No. No lo hará", replicó este "italo-cuoco".
Debate intenso
Como si Italia no tuviera otras preocupaciones, el debate sigue ocupando los titulares de la prensa escrita y hablada. No sorprende pues que la televisión, casi completamente en manos del mismo primer ministro Berlusconi, no tenga otro tema que una buena receta gato cocido.
En vez de investigar la corrupción de muchos de sus políticos se entrevista ahora a protectores de animales; en vez de despedir a uno que otro funcionario inepto, digno de mandar a casa, se despide a un cocinero "gourmet" de televisión. Es más, en vez de hablar de las montañas de basura que se producen cada día y que "adornan" las calles de Nápoles, la preocupación nacional es la relación de los italianos con sus animales domésticos.
Pero viéndolo de otro lado. Talvez los alemanes debieran seguir ese ejemplo de nuestros amigos del sur y en vez de hablar tanto de política - hablar más de la comida. Así que les deseamos ¡Buen provecho!
Autora: Lisbeth Müller-Hofstede
Editor: José Ospina Valencia