Mas vale goleada que corrida en la cancha
13 de julio de 2006
La FIFA anunció este jueves que abrió un proceso disciplinario contra el futbolista italiano Marco Materazzi por el incidente en el que el francés Zinedine Zidane le dio un cabezazo durante la final del Mundial de Alemania. ¡Ya era hora! Exclamarán los incondicionales seguidores del astro francés.
El capitán galo fue expulsado en la segunda mitad del tiempo suplementario tras el cabezazo, que según dijo posteriormente fue una reacción a los insultos del defensor italiano contra su madre y su hermana. Confirmando así que los lectores de labios brasileños son de lo mejor que puede haber en el mundo. ¡Y hasta italiano hablan, o por lo menos descifran!
Casi todas las madres son sagradas
Entretanto, el defensa -bueno, en realidad el "ofensa"- italiano Marco Materazzi, quien recibió el cabezazo de marras en el pecho por parte del aclamado Zizou, negó haber insultado a la señora madre del capitán francés de origen argelino. Ocasión que Materazzi no desaprovechó para informar que ni él mismo tenía mamá. Lo que no le impide considerar que todas las progenitoras son "sagradas".
"Por supuesto que no sabía que su madre estaba en el hospital. Le envío mis mejores deseos", añadió el jugador.
Bocón en la cancha, ovejita en los medios
Si en el mundo se hiciera un encuesta sobre a quién de los implicados se le cree más, probablemente Zidane ganaría también el primer lugar en sinceridad. No en vano Matterazzi se ha apurado a hablar con la prensa. La mencionada entrevista se la dio el "ofensa" al popularísimo diario Gazzetta dello Sport. Es más, Materazzi dijo que Zidane era su héroe futbolístico. "No le dije nada a él sobre raza, religión o política", dijo el italiano.
Materazzi fue entrevistado antes de que el astro francés apareciera en la televisión de su país refiriéndose al incidente que causó su expulsión en su despedida del fútbol. En la entrevista con Canal Plus, Zidane, de 34 años, dijo que el italiano había insultado a su madre y a su hermana.
!Oh orgullo, vano orgullo!
"Pronunció palabras insultantes sobre mi madre y mi hermana. Traté de no escucharlo, pero siguió repitiéndolas (...) Eduqué a mis hijos para que respeten a las personas y les enseñé que ellos merecen respeto. No puedo dejar que me digan algo así sin reaccionar", explicó Zidane.
El francés pidió disculpas a los niños de todo el mundo y aficionados del deporte que vieron lo sucedido, pero dijo que no se arrepentía de su reacción.
El que hubiera sido infinitamente mejor haberle metido sendos goles a Italia infringiéndole así una humillante derrota y con ella a tutti i cari Matterazzi de este mundo, parece no ocurrírsele al muy guapo pero también muy orgulloso marsellés. Ese no hubiera sido un lamentable cabezazo sino una estocada que hoy medio mundo le estaría agradeciendo.
Para quienes, de todos modos, quieran apuntar - ¡sólo virtualmente, por favor! - contra Matterazzi les agregamos el vínculo del juegue a tumbar un italiano…