Un "nuevo, aguerrido y europeísta" presidente de la Eurocámara
17 de enero de 2012“No resultaré cómodo como presidente del Parlamento Europeo”, advirtió el socialdemócrata alemán Martin Schulz al ser elegido como líder de la eurocámara en su sesión plenaria de Estrasburgo. Algo que, en realidad, se da por descontado. Y si para muchos eso es bueno y le atribuyen pasión en su trabajo, para otros es muy malo y lo tildan de intolerante e incontrolado.
Durante su mandato -hasta el 2014, la segunda mitad del período legislativo europeo- se prevé que el ducho político de la región de Aquisgrán use su capacidad discursiva, sobre todo, para subrayar la importancia y presencia del Parlamento en las decisiones europeas. En lo que va de crisis del euro en los acuerdos del Consejo Europeo, poco se ha hecho sentir la única cámara supranacional directamente elegida del mundo.
Sin sorpresas
Los 387 votos con los que fue elegido presidente –provenientes de los dos mayores bloques, del conservador Partido Popular Europeo y de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas- estaban pactados desde el 2009, cuando comenzó este período legislativo. En la eurocámara –que no tiene que ser fiel a la línea de un gobierno- se usa la alternancia presidencial entre los dos grandes grupos.
Por ello, Schulz –ex librero, ex alcalde de la alemana Würselen y eurodiputado desde 1994- sucede al primer presidente proveniente de los países del Este europeo, el político conservador polaco Jerzy Buzek. Así, aunque su elección no es una sorpresa, el que haya habido otras candidaturas –dos ingleses, una liberal y un conservador- subraya el carácter democrático de la asamblea. En ese sentido, “le agradecemos que esto no haya sido una coronación”, comentó un euroescéptico británico.
Con todo, aparte de la matemática de partidos y de países –la presencia alemana en la cámara es mayoritaria debido a su población-, ha sido la destacada figura de Martin Schulz la que lo ha llevado a ocupar ese sitio en tiempos que se anuncian difíciles.
En tiempos convulsos
No son suaves los vientos que soplan. En el Parlamento Europeo, desde el bloque de Gran Bretaña se percibe el tono desconfiado que ha caracterizado la política de Londres y que Schulz se ha encargado de criticar sobre todo desde que el primer ministro británico, David Cameron, se desmarcara y se opusiera a un pacto fiscal a nivel de la UE. En éste, acordado entre los jefes de Estado y de Gobierno, a instancias de Alemania y Francia, poco o nada tienen que decir la eurocámara.
A esto, a la relegación del parlamentarismo, se opone el europeísta Schulz, que aspira a aportar a despertar la ilusión por la construcción europea, aboga por más poderes para el Parlamento y no ve con muy buenos ojos el actual tándem franco-alemán a la cabeza de todas las decisiones.
“Mi abuelo luchó en la Primera Guerra Mundial, mi padre en la Segunda. Yo crecí en una ciudad fronteriza y conocí las largas filas para pasar a Bélgica y Holanda”, dijo Schulz en Estrasburgo recordando que a la construcción de la Unión Europea antecedieron las cámaras de gas y la violencia. En este sentido, una defensa de sus valores democráticos prometió el político alemán; "a quienquiera que menoscabe los principios de la Carta de Derechos Fundamentales desde ya le declaro la lucha”, advirtió Schulz. En la mira está Hungría y sus controvertidas reformas.
Armado de la palabra
¿Y cómo se propone hacerlo en concreto? “El presidente del Parlamento Europeo tiene –más que los de las otras instituciones- más posibilidad de utilizar su palabra para crear debates en toda Europa”, dijo Schulz a DW.
“Desde que se fundó la Unión Europea, por primera vez su fracaso parece una posibilidad real”, aseguró Schulz en Estrasburgo haciendo alusión a la grave crisis del euro y al euroescepticismo creciente. “Pero, nuestros intereses no pueden separarse ya de los de nuestros vecinos”, dijo concluyendo: “la verdad es que o todos perdemos – o todos ganamos”.
Autora: Mirra Banchón
Editor: Enrique López