Martín Vásquez: “Creo en la visión de Klinsmann”
15 de septiembre de 2008DW-WORLD: Señor Vásquez, ¿qué tan exigente es el trabajo de ser la mano derecha del entrenador Jürgen Klinsmann en el Bayern?
Mis días son bastante largos, mucho más que los de los jugadores. Por ejemplo durante la preparación de la temporada trabajé sin pausa 10, 12 horas seguidas, en el ajuste de los planes a corto y mediano plazo. Esa es la mentalidad de trabajo de Jürgen Klinsmann, una de sus virtudes es la disciplina y, en bien del equipo, planear todo al detalle.
Planeación y disciplina son dos típicas características alemanas.
Sí, así conozco yo a los alemanes y así se les conoce también en los Estados Unidos y en Latinoamérica. En nuestra cultura todo es mucho más relajado, orden y planeación aparecen cuando son absolutamente necesarios, pero en el caso de los alemanes son virtudes que siempre están a la mano.
¿Cuál es su balance tras los primeros 3 meses en el Bayern?
Es muy positivo, creo que nos encontramos por un muy buen camino. Cuando empezamos sabíamos del calendario de los jugadores que estarían en la Eurocopa, en las eliminatorias al Mundial y en los Juegos Olímpicos. Con ello en mente se trazó un plan para tener al grupo completo al mismo nivel de rendimiento en la cuarta o quinta fecha de la Bundesliga. Todo marcha de acuerdo a lo previsto.
Cuando escuchamos hablar del Bayern Múnich y todos los cambios al interior del club pareciera que Jürgen Klinsmann fuera un nuevo Mesías y usted y los demás integrantes del cuerpo técnico los apóstoles de una nueva religión.
Nosotros ni somos ni nos creemos apóstoles. Jürgen Klinsmann tiene una visión, él quiere darles la posibilidad a los futbolistas de desarrollarse como personas, como seres humanos, y esa visión cuenta con el apoyo de todo el cuerpo técnico. Nosotros nos somos pioneros en este tipo de cosas, en diferentes países ya hay entrenadores, si bien pocos, que ya trabajan en este campo donde de lo que se trata es de preparar al jugador para su vida después del fútbol abriéndole nuevos horizontes.
¿De dónde viene esa idea?
La filosofía es de Jürgen Klinsmann, quien como jugador no tuvo esas posibilidades y hoy conoce de las carencias de los futbolistas pues muchos de ellos, si no son grandes estrellas, no tienen opciones al final de su carrera. El deseo de Jürgen Klinsmann es que en 10, 15 años, los jugadores que trabajaron con él estén en una buena posición y lleven una buena vida.
¿Qué tanto hay de Martín Vásquez en esa filosofía de Jürgen Klinsmann?
Como jugadores, como entrenadores o simplemente como gente común, ambos tuvimos una experiencia semejante y, como otros muchos futbolistas, hemos vivido lo mismo. Al respecto hemos conversado mucho y nos ha quedado claro que muchos profesionales del fútbol nunca tuvieron la oportunidad de una educación ni de prepararse para buscar y encontrar opciones y alternativas fuera de los estadios al acabar su ciclo activo. Este es el momento para alguien como Jürgen de serle fiel a su visión, pues no es cosa de dos meses, esto es a largo plazo.
¿Y el Bayern Múnich encarna hoy esa visión?
En el fútbol se habla de cuatro dimensiones: técnica, táctica, física y mental. Nosotros le añadimos una quinta: el desarrollo humano, para que el futbolista sea cada vez mejor. El proyecto en el Bayern es ofrecerles a los jugadores esa quinta dimensión.
Pero el éxito de un club seguirá midiéndose en victorias y puntos.
Nosotros tenemos muy claro que la vara más importante con la cual se mide nuestro trabajo son los resultados, la infraestructura de un club no gana sola los partidos y por ello no hemos de ninguna manera descuidado las otras cuatro dimensiones. Sabemos que tenemos que conseguir resultados para tener posibilidades de seguir con nuestro proyecto y con nuestra filosofía.
¿No se le ha dado quizás demasiada importancia a esa quinta dimensión?
No, para nosotros continúa siendo un elemento del conjunto, creo que desde afuera se le ha dado mucha importancia pero para nosotros lo futbolístico es lo más importante, sigue siendo prioridad y no lo hemos perdido de vista, pero ahora tenemos en el Bayern un club que ofrece mayores posibilidades, que es incluso más atractivo para otros jugadores. La filosofía de Jürgen Klinsmann es simple: hacer del jugador algo mejor, y en eso lo apoya todo el cuerpo técnico.
¿Sobre qué conversaban Martín Vásquez y Jürgen Klinsmann antes de que empezara este proyecto del Bayern Múnich? ¿Qué fue lo que movió a Klinsmann a querer trabajar con usted?
Hablábamos de esta filosofía, del desarrollo humano del futbolista y de lo que para él eso significaba. Yo desde el primer momento creí en ello porque he vivido esa situación. Hay algo que tenemos en común, ambos queremos lo mejor para el jugador y para el equipo sin vanidades personales. En algún momento se encontraron dos personas con la misma idea: el jugador es algo más que un deportista que patea un balón de fútbol, es una persona, y eso creo que nos nace del corazón, que es honesto; cuando se encuentran dos personas humildes que creen en un proyecto y entre las cuales hay una buena química pues lo normal es que se junten.
Y ahora están juntos en un club como el Bayern Múnich que para el desarrollo de su carrera personal ofrece una excelente plataforma.
La verdad no he pensado si es una plataforma. Sé que lo es por su magnitud y por la posición que tenemos Jürgen Klinsmann y yo en este momento, pero no me ocupo de ello. Si un día se da una oportunidad la aprovecharé.
Esa oportunidad podría ser la de dirigir algún día la selección nacional de México.
Si pienso en eso ahorita perdería mi concentración y me debo enfocar en lo de acá. Como jugador me quedó claro que las oportunidades se ganan con trabajo y que hay que aprovecharlas cuando aparecen, pero hoy tengo muy clara mi meta: ser el mejor asistente para Jürgen Klinsmann y para el Bayern Múnich.