Kolesnikova: la última líder opositora de Bielorrusia
8 de septiembre de 2020Un día después del presunto secuestro de Maria Kolesnikova en Minsk, salen a la luz los primeros indicios de lo que podría haber ocurrido en concreto. La última figura destacada de la oposición que queda en Bielorrusia al parecer fue impelida a viajar a Ucrania, tal como Olga Kovalkova, también integrante de la directiva del opositor Consejo de Coordinación, quien había sido expulsada de facto a Polonia, poco antes. De acuerdo con versiones de prensa, mientras dos correligionarios abandonaron el país rumbo a Ucrania, Kolesnikova destruyó su pasaporte para quedarse. Así lo confirmó este martes Pavel Latushko, otro miembro del Consejo de Coordinación. En una entrevista con medios rusos, el presidente Alexander Lukashenko afirmó que Kolesnikova había sido detenida al cruzar la frontera, según comunicó uno de los periodistas presentes en su canal de Telegram.
Mujer de la primera línea
Kolesnikova pasó en las últimas semanas a la primera línea del movimiento opositor que acusa a Lukashenko de fraude electoral. Participó en las protestas en Minsk y siempre se mostró sonriente ante las cámaras, aunque en una entrevista con el periódico ruso Kommersant, a comienzos de septiembre, admitió que su papel era una carga para ella: "Esto, simplemente, no es para mí”.
Uno de sus mayores desafíos era tratar de movilizar a le gente contra el gobierno, sin asumir una posición de liderazgo, porque eso ofrecería una justificación para que la detuvieran. "Sería más fácil para nosotros si hubiera un líder”, dijo Kolesnikova al Kommersant, explicando que, sin embargo, se decidió prescindir de jerarquías establecidas, para dificultar las detenciones.
Cultura y política
Hace unos meses, pocos conocían el nombre de esta flautista profesional y promotora cultural que estudió música en Minsk y Stuttgart y que en su patria trabajó en proyectos musicales e impulsó el intercambio cultural entre Bielorrusia, Rusia, Ucrania y Alemania. Martin Schüttler, profesor de la Escuela Superior de Música y Artes Escénicos de Stuttgart, calificó a Kolesnikova como una mujer de "una personalidad increíblemente fuerte”. En conversación con DW indicó que es enormemente "optimista, emprendedora, activa y llena de energía. En realidad, casi no se la puede frenar en todo lo que emprende”.
Entró en la política activa siguiendo un llamado de Viktor Babariko, un mecenas que había conocido a través de sus proyectos. Babariko anunció sorpresivamente su candidatura presidencial en mayo, pero en junio fue detenido por supuestos delitos económicos y no se le permitió presentarse a las elecciones. Kolesnikova formó una alianza con la candidata presidencial Svetlana Tijanóvskaya, cuyo marido había sido igualmente detenido y tampoco pudo participar como candidato en los comicios.
Trío de opositoras
Junto con Veronika Tsepkalo, esposa de otro opositor al que no se le permitió presentar su candidatura, formaron un trío femenino opositor. Tsepkalo dejó Bielorrusia el día de los comicios, a todas luces por miedo a la persecución, y Tijanóvskaya fue impelida a abandonar el país poco después. Kolesnikova se quedó.
Siempre tuvo claro que podía ser detenida en cualquier momento, y así lo dijo en una conversación con DW hace unos meses: "Eso no me frena y no me asusta, porque sé que los procesos que se han iniciado en la sociedad bielorrusa son inevitables”.
Es difícil aquilatar la influencia de Kolesnikova en el Consejo de Coordinación de la oposición bielorrusa, de siete miembros. La mayoría de sus integrantes han sido detenidos o forzados a salir del país y ya han surgido algunas discrepancias entre Kolesnikova y Tijanóvskaya.
(cp/ers)