Maria Höfl-Riesch: una atleta modelo
7 de febrero de 2014A los tres años, Maria Höfl-Riesch se subió por primera vez a las tablas de esquí. Dos años más tarde ya era miembro del Club de Esquí de Partenkirchen, en el Estado de Baviera. Desde entonces, los esquíes forman parte esencial de su vida. A los 14 años, la Asociación Alemana de Esquí (DSV) la integró a su equipo. Allí ganó diversos títulos en los campeonatos juveniles y pronto se le permitió competir en la Copa del Mundo. Hasta hoy acumuló 26 victorias, muchas de ellas impactantes, y estuvo 79 veces en el podio –tanto como ninguna esquiadora alemana antes de ella. Fue dos veces campeona del mundo de esquí, en 2009 y en 2013.
Su mayor éxito, sin embargo, lo celebró hace cuatro años, durante los JJOO de Vancouver. Allí obtuvo dos medallas de oro en las categorías Combinada-Súper y en Eslalon. También en Descenso, Súper G y Eslalon Gigante tuvo buenas calificaciones, para terminar como primera y lograr estar en el top ten de las cinco categorías alpinas.
Lesiones olvidadas
La larga lista de éxitos casi hace desaparecer algunos episodios oscuros, como cuando cayó en un Eslalon Gigante en Aspen, en diciembre de 2005, lesionándose los ligamentos de la rodilla izquierda, además de sufrir daños en los meniscos y en los cartílagos. Fue para ella el fin de la temporada, y, con ella, del sueño de su primera vez en los Juegos Olímpicos en Torino.
“En ese momento no sabía si iba a poder volver a ejercer mi profesión”, dice hoy. Pero pudo. Entrenó meticulosamente en la clínica de rehabilitación, y en el próximo invierno protagonizó un regreso glorioso, obteniendo el primer puesto en el Campeonato Mundial. “Simplemente creía en mí, en aquello de lo que soy capaz, y trabajé como una loca. Sabía que esa era la única posibilidad de volver a los primeros lugares”.
Nuevo entrenador
Y Maria Höfl-Riesch volvió. Luego del oro de Vancouver también se llevó la Copa del Mundo. Sin embargo, en los últimos tiempos no está del todo conforme con su rendimiento. La temporada pasada tampoco pudo superar a la descollante eslovena Tina Maze.
Durante los preparativos para el próximo invierno buscó nuevos entrenador y encontró a Heinrich Bergmüller. “Fue el entrenamiento más duro y brutal que tuve jamás”, dice la atleta. Durante semanas tuvo que pedalear sin cesar, además de realizar ejercicios de estabilización, de cinco a ocho horas por día. Un programa especial para Maria Höfl-Riesch, concebido por la DSV.
A pesar del éxito del entrenamiento, se siente cansada, y tiene pensado colgar los esquíes. Pero aún no lo ha decidido. “Si en Sochi todo va bien, sería un buen momento para terminar mi carrera”, dice. Sin embargo, tiene planes para su vida después del esquí: “Me gustaría dedicarme a la moda o a los cosméticos”, reveló a los medios. En febrero llega su colección “Maria” a las tiendas.