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Maraña de intereses en la pugna iraní

11 de agosto de 2005

La reanudación de las actividades en la planta nuclear iraní de Isfahan y sus consecuencias son analizadas en los comentarios de la prensa europea, que destaca los diversos intereses en juego.

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La caldera política de Isfahan.Imagen: AP

Le Monde, de París, opina: "Teherán va desde hace décadas en pos de su sueño atómico -aunque lo niegue- y destina considerables sumas a plantas ultrasensibles, necesarias para dominar el proceso nuclear. Ese era ya el ambicioso objetivo del Shah. Y sigue siendo la meta de los mullahs. Irán, esa importante potencia regional provista de notables reservas de petróleo, piensa que la utilización de la energía atómica es la única herramienta para resistir la presión de sus vecinos. Porque por doquier han aparecido bases militares estadounidenses en torno al territorio iraquí, en Irak, en los países del Golfo Pérsico, en Asia Central. Además, en esa inestable región han surgido tres potencias nucleares: India, Pakistán e Israel.

La debilidad europea

Die Presse, de Viena, apunta: "Los iraníes ya habían anunciado su victoria entes de que comenzaran las deliberaciones en la Agencia Internacional de Energía Atómica. Porque la base del derecho internacional sobre la que se mueven, y a la que habían llevado a los tres países de la Unión Europea, es bastante sólida. El Tratado de No Proliferación de armas nucleares permite a Irán tanto la conversión como el enriquecimiento de uranio, siempre que sea con fines pacíficos. Al comenzar a convertir ese mineral en hexafluoruro de uranio, Teherán sólo rompe la moratoria a la que se había comprometido libremente en París. Los mullahs aún se toman su tiempo con la reanudación del enriquecimiento de uranio. Sondean, paso a paso, cuán lejos pueden llegar, y cuán débil es la Unión Europea. Los europeos podrían aplicar sanciones contra Irán por propia iniciativa, en lugar de esperar a la ONU. Pero, a todas luces, ni siquiera piensan en ello. Una contraparte tan débil en las negociaciones es un sueño para Irán."

Fatales coincidencias

La edición alemana del Financial Times señala: "En el caso de Irán coinciden, de manera fatal, tres factores: en primer lugar, Irán se concibe como una potencia regional y quiere cimentar sus prerrogativas con la construcción de bombas atómicas propias. En segundo término, la riqueza del país se deriva sobre todo de sus reservas de petróleo, las segundas mayores del mundo. Tras Arabia Saudita y Rusia, Irán es actualmente el tercer principal exportador y, por ende, imprescindible para el abastecimiento de los mercados mundiales. Pero esa no es la única razón por la cual resultará virtualmente imposible cortar el paso al país en su camino a convertirse en potencia nuclear. Hay aún un tercer factor: de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, dos tienen estrechos vínculos económicos con Irán: China tiene amplios contratos para el suministro de petróleo y gas natural. Rusia, por su parte, el mayor proveedor de tecnología nuclear."

Los intereses iraníes

Aftenposten, de Oslo, comenta: "El desenlace del tira y afloja en torno al programa atómico iraní es difícil de predecir. El principal motivo es la indefinida posición de Rusia. Moscú tiene intereses contradictorios. Como suministrador de insumos para la planta de Isfahan, se beneficia económicamente del desarrollo del programa atómico iraní. Pero, como potencia nuclear y, no en último término, como posible blanco de eventuales ataques terroristas con material de fisión, Rusia no desea la proliferación de la tecnología atómica. (...) La línea dura de Teherán perjudica sus propios intereses y contribuye a aumentar las tensiones en una región en la que ya hay suficiente intranquilidad. Además, nadie sabe si Israel podría optar por bombardear un reactor iraní, como lo hizo en 1981 en Irak. Todos se beneficiarían si se hallara una solución. También Irán."