María de Latinoamérica
11 de febrero de 2004María tiene 17 años y trabaja en un plantío de rosas en las cercanías de Bogotá, en condiciones opresivas, armando ramos florales que luego serán exportados al exterior. Su vida no difiere de la de cualquier joven latinoamericana que tiene que luchar por la subsistencia. Vive con su abuela, su madre, su hermana y un sobrino pequeño, y está de novia con un muchacho que no comprende su deseo de cambiar de vida.
Cansada de los malos tratos de su patrón, renuncia a su trabajo sin pensarlo dos veces. En una fiesta conoce a Franklin, un joven de la ciudad, que le ofrecerá mucho dinero a cambio de traficar heroína ingiriendo los paquetes. Sólo su instinto y su inteligencia serán capaces de guiar a María a través de esta difícil situación, y sólo su intuicion, su lucidez su fuerza la ayudarán en el camino hacia una nueva vida.
Cruenta realidad latinoamericana
Joshua Marston debuta con esta película, una coproducción colombo-estadounidense, que da cuenta de un poderoso realismo y lograda ficción a la vez. Sigue las peripecias de María Alvarez desde Colombia hasta las calles de Nueva York, contándonos una historia en la que la protagonista lo arriesga todo para sobrevivir, en busca de algo que las normas y tradiciones de la sociedad en que vive no le ofrecen. Marston nació en California, EEUU, y se interesa por la vida de los inmigrantes colombianos que habitan Brooklyn. Siguió de cerca los acontecimientos políticos y sociales en Colombia, y su abordó esta obra desde una "especie de foco antropológico", como él mismo refiere. Inició investigaciones sobre el trabajo de las "mulas", es decir, los colombianos que viven del träfico de drogas utilizando su cuerpo como vehículo, y que muchas veces tienen que ser operados para expeler los paquetes de heroína o cocaína. No pocos mueren en este trance.
Al explorar el tema, el director se encontró con Orlando Tobón, un líder respetado en la sociedad colombiana, que trabaja para ayudar a las "mulas" y a sus familias, colaborando con el regreso de los cuerpos de quienes fallecen a su país de origen, para poder darles sepultura. Fue difícil para Marston meterse de lleno en la historia particular de una joven mujer colombiana. Catalina Sandino Moreno, en el papel de María, recrea el personaje con total naturalidad, y su trabajo creativo conlleva una gran intuición. Tanto ella como Yenny Paola Vega, en el papel de su amiga Blanca, son actrices no profesionales.
Un historia colombiana y universal
Al tratarse de una película de habla hispana rodada en un país políticamente volátil, con actores no profesionales, era claro que "María, llena eres de gracia" no iba a ser lograda sin dificultades. Gracias al apego de Marston por Colombia, y del productor, Paul Mezey, cuyo padre creció en ese país, se pudo dar el salto de la imaginación a la realización de la obra. Al comenzar el proyecto, Mezey se contactó con Jaime Osorio Gómez, quien más tarde sería coproductor, una figura importante en la comunidad cinematográfica colombiana.
"Todos los días vemos noticias sobre "mulas" detenidas en los aeropuertos de Colombia o EEUU, intentando transportar droga, y hasta muriendo en el intento. De pronto puede tratarse de un vecino o un amigo. Mientras tanto, en la televisión pasan anuncios, subvencionados por el gobierno, contra el tráfico de drogas. Es difícil ver el árbol cuando estás en medio del bosque", relata Osorio. Si bien la historia de María no es únicamente la de una "mula", sino la de una mujer que lucha por su vida y sus aspiraciones, la película toca de cerca temas candentes como la inmigración y la pobreza, sin dejar de mostrar la fuerza de esta joven, un espejo en el que pueden mirarse tantas otras jóvenes latinoamericanas.