Mando único en México: nueva discusión sobre un viejo tema
13 de enero de 2016En las últimas dos décadas, el primer gran intento por centralizar el accionar de las fuerzas de seguridad en México lo dio el entonces presidente del país, Ernesto Zedillo, en 1999. A principios de ese año se creó la llamada Policía Federal Preventiva (PFP), que fusionó a varias corporaciones policiacas y de paso incorporó a elementos militares en sus filas. La PFP es antecedente de la actual Policía Federal.
En cuanto al llamado “mando único”, el primero en presentar dicha iniciativa no fue el actual mandatario Enrique Peña Nieto en su decálogo dado a conocer tras la crisis de Ayotzinapa, sino su antecesor, Felipe Calderón Hinojosa, en una propuesta de reforma policiaca que planteaba esta alternativa. Acontecido el secuestro y probable asesinato de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, en Iguala, Peña Nieto resucitó la inciativa de Calderón y, con algunas adaptaciones, la presentó el 27 de noviembre de 2014 como vía para resolver el caso.
El ejemplo alemán
El actual presidente mexicano retomó otro antecedente: el de Alemania, país que “en su calidad de estado federal, determinó concentrar sus funciones básicas de seguridad pública en las policías de los estados y fusionar a las policías municipales con las policías estatales, en respuesta al aumento del crimen organizado y el terrorismo durante la década de 1970”, según el decreto correspondiente (DW informó).
La iniciativa presidencial no era excluyente: hablaba de aplicar en México “un esquema cooperativo, pero flexible” y mencionaba la posibilidad de que la federación asumiera “total o parcialmente las funciones municipales, cuando éstas se encuentren infiltradas por el crimen organizado”.
El ejemplo alemán va en el mismo sentido. “Luego de la reforma policial de mediados de los años 70, muchas ciudades germanas mantuvieron policías locales conocidas como Stadtpolizei”, dice Alejandro Hope, experto mexicano en temas de seguridad. “Aún en países con una policía nacional, como Chile y Colombia, la tendencia es a fortalecer la capacidad de decisión de los gobiernos locales”, escribe Hope en su blog especializado “El Daily Post”.
País enorme y complejo
México, país con una extensión casi seis veces mayor que la de Alemania y con más de 2.400 municipios, requiere un modelo policial diferenciado, dice a DW María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, organización civil que investiga y elabora propuestas para revertir la crisis de inseguridad que se vive en tierras mexicanas. “Nosotros creemos que el mando único es importante, pero no es ninguna panacea. No está demostrado que los estados que lo han adoptado tenga mayor seguridad que los otros”, afirma.
La solución, dice Morera, va más allá del número de mandos policiales en México. “La base está en un Servicio Profesional de Carrera y en un sistema de desarrollo policial”.
Consultada por DW, Elena Azaola, otra renombrada especialista mexicana en materia de seguridad y políticas públicas, adelantó a esta emisora el contenido de un documento que numerosos expertos y organizaciones de la sociedad civil darán a conocer sobre este tema. Como primer punto, se recomienda "el establecimiento de principios y reglas que garanticen la independencia operativa de las policías respecto de la autoridad política, profesionalizando así la acción policial orientada al interés público". Más que un mando único, las reformas policiales que se requieren en México implicarían "revisar la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y rediseñar el Sistema Nacional de Seguridad Pública", así como definir sanciones claras a funcionarios que incumplan los objetivos de seguridad pública, dice el comunicado.
Así, “no podemos hablar de que o se implementa solo 32 policías, o 1.600”, dice Morera a DW. “Lo que necesitamos es que la ley diga claramente qué es una policía profesional”, y además, adecuar la solución a la circunstancia de cada estado o municipio.
En los hechos, esto es lo que parece estar sucediendo. Mientras en estados como Sinaloa, Tlaxcala o Zacatecas el mando policial único se aplica en casi todos los municipios, en otros como Sonora, Yucatán, Quintana Roo o Guanajuato la participación de municipios en el mando único policial es minoritaria. Casos como el de Aguascalientes y Campeche, en los que todos los municipios han adoptado el nuevo modelo, constituyen la excepción.
La resistencia de algunos estados a aceptar el mando único policial tiene varias causas, dice María Elena Morera. “Una es que los políticos hablan de una buena policía, pero no invierten en ella. En segundo lugar, en México la policía ha sido utilizada como un medio de contención político para fines electorales en vez de servir a los ciudadanos. Y luego, por supuesto, está el problema del crimen organizado infiltrado en policías municipales o estatales que les cobran derecho de piso, o que extorsionan a los políticos, o que hay un vínculo entre los políticos y el crimen organizado. No ha habido una decisión política de tener una buena policía”. La experta considera que, además, hay ciudades como León o Guanajuato, en las cuales la policía local es más eficaz que la estatal.
“Las policías en México necesitan reformas urgentes”, escribe por su parte Alejandro Hope. “Pero transformarlas requiere usar el escalpelo y no el martillo”.