Maduro ante el Parlamento, contra la amnistía
16 de enero de 2016En una sesión solemne, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, compareció este viernes (15.01.2016) ante los representantes de todos los poderes del Estado, el Gobierno en pleno y los diputados de la nueva Asamblea Nacional. Su informe de gestión coincidió esta jornada con la publicación de un decreto que declara el "estado de emergencia económica" por 60 días.
Maduro entregó al presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, el decreto sobre el "estado de emergencia económica" y pidió apoyo al Parlamento para su convalidación, que debe otorgar antes de ocho días. El mandatario defendió su gestión "socialista" y llamó a la "unión nacional" e instó a la oposición a un "diálogo constructivo" para afrontar la emergencia económica y dar el salto de una economía rentista "agotada, en fase terminal" a otra generadora de riquezas.
No obstante, en el pleno se generaron fuertes gritos de protesta opositora por el tono altisonante con el que Maduro criticó un proyecto de ley que otorgaría la propiedad de las viviendas entregadas por el Estado venezolano a través del programa Gran Misión Vivienda. Para privatizar esas viviendas, la oposición tendría que derribarlo, aseguro el presidente.
Además, Maduro aseguró que Venezuela cumplirá en 2016 con sus pesados compromisos deuda externa (que se estima asciende a unos 9.500 millones de dólares), a pesar del desplome en sus ingresos producto del bajo precio del barril de crudo.
Ley de "amnistía y reconciliación"
En el marco de su rendición de cuentas, y en medio de la "emergencia económica" que vive el país, Maduro se refirió también a la tensión política: "Propongo aquí que establezcamos una comisión nacional de justicia, verdad y paz paritaria, que sea presidida por un venezolano de confianza pública y que establezca las bases legales, jurídicas, para ir a un proceso de paz y que no se imponga la visión del perdón de los victimarios a ellos mismos", dijo Maduro.
"Usted sabe, presidente, que a veces hay que doblarse para no partirse, pero que nadie se equivoque con que este es ahora un poder constitucional autónomo que va debatir, va legislar y va a controlar", respondió Ramos Allup al discurso del presidente.
La mayoría calificada opositora, aglutinada en la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tiene previsto debatir en el pleno en pocos días una ley de "amnistía y reconciliación" con la que pretenden poner en libertad a los opositores encarcelados, una medida que Maduro ha rechazado y que ha advertido que vetará.
El jefe del Ejecutivo venezolano señaló que con una ley de amnistía la oposición estaría "clavándole un puñal a la paz del país", al conceder libertad a los opositores encarcelados que, dijo, cometieron un "error político", al "tratar de forzar la historia a través de la violencia". Además, puso a disposición a su nuevo vicepresidente ejecutivo, Aristóbulo Iztúriz, para tender un puente entre chavismo y oposición y debatir sobre ese tema y "cualquier otro que sea susceptible y necesario de conversar por la paz".
Exhortación opositora al Estado
El nuevo Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora por primera vez en 17 años, tomó este jueves la primera medida a favor de lo que la oposición considera "presos políticos", al aprobar un acuerdo que insta al Estado a acatar las decisiones de organismos internacionales de derechos humanos referidas a opositores presos.
El texto aprobado exhorta al Estado a cumplir con los requerimientos realizados por el grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de la ONU, que instó a poner en libertad al opositor Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión por la violencia desatada tras una manifestación que inició las protestas de 2014 y que se saldó con la muerte de tres personas. La serie de protestas sucedidas en 2014 se saldaron con 43 víctimas mortales y decenas de heridos, entre chavistas, opositores, miembros de las fuerzas de seguridad y ciudadanos sin adscripción política.
RML (efe, afp, reuters)